Piloto

2.4K 114 7
                                    

Pv Bee.

Los Sucesos inesperados son los que le dan ese toque especial a la vida ¿No?
Aceptemoslo, una vida con altos es grandiosa, pero cuando no existe ningún bajo... Bueno, es aburrida.

Lamentablemente mi vida había estado llena de bajos desde hace más de 10 siglos. Quiero decir, no había Decepticons con los cuales luchar, por lo que no sentía que estuviera contribuyendo a la causa Autobot. No había nada que hacer, solo encontrar energon y escuchar a Ratchet maldecir.

Cuándo llegamos a esta roca creí que no nos quedaríamos mucho tiempo. Este planeta no parecía tener nada especial... O eso pensé. Resulta que está lleno de energon, nuestra sangre vital, así que decidimos quedarnos a protegerla bajo la estúpida esperanza de poder entregarlo a un equipo de rescate Autobot... Pero no parece que uno esté cerca de llegar.

Bee: //Raf, estoy afuera, te espero//. — Escribí a mi amigo.

Han pasado muchas cosas desde que la nave aterrizó, te explico. En un principio creímos qué este planeta no tenía ninguna forma de vida inteligente y que estaba lejos de desarrollar alguna, realmente estábamos muy equivocados. Aprendimos qué no debíamos subestimar a la tierra.

Una especie progresó abismalmente, pasaron de ser monos estúpidos y cobardes a cazadores y creadores por excelencia. Eran tan parecidos a nosotros en cuanto a su intelecto, la única diferencia era su cuerpo orgánico.

Claro que estaban lejos de ser tan inteligentes como un cybertroniano promedio, pero tu entiendes a lo que me refiero ¿no?

El punto es que pronto evolucionaron aún más, hasta el punto de crear sus propias ciudades. Claro que hubo muchos errores de por medio: guerras, catástrofes nucleares, destrucción de ecosistemas, desastres naturales... Algunas cosas aún siguen.

A partir de su magnífico progreso, no pudimos ocultarnos por mucho tiempo. Sufrimos una emboscada militar, los entendimos, en nuestro planeta habríamos hecho lo mismo según Cliffjumper.

Les explicamos lo que pasaba, bueno, en realidad mamá lo hizo. No fue fácil convencerlos, se rehusaban a creer, pero bastó con unas cuantas imágenes de nuestro planeta destrozado para que aceptarán la alianza. Nos dieron una base secreta para operar y habitar.

Debo admitir que ese era el periodo más aburrido de mi vida, de vez en cuando había una sorpresa como una nueva mina de energon, e incluso la llegada de un nuevo integrante. Su nombre es Bulkhead, y por lo que me ha contado, antes era un Wrecker.

Todo mejoró cuando conocimos a los niños... O mejor dicho: cuando los niños nos descubrieron. Oh sí, debieron haber visto la cara de mamá cuando se enteró de que Cliff y yo habíamos sido vistos por 2 civiles cuando luchabamos con Decepticons.

Pareció más sorprendida por el hecho de que ahora 2 humanos sabían sobre nosotros, incluso pareció olvidar que los Decepticons habían llegado al planeta. Pero nada igualó a la expresión en su rostro cuando ella misma fue vista por una chica de mechones rosas mientras intentaba convencer al adolescente mayor de ir a la base.

Con Decepticons en la tierra y 3 adolescentes que habían sido vistos con nosotros, mamá supo que debía hacer lo correcto. Asignó un guardián a cada uno: Jack/Cliff, Miko/Bulkhead y Raf/Ratchet. Como líder, ella no podía tener un humano al cual cuidar... Y, bueno, no confía en mí como para cuidar a alguien.

Había pasado mucho tiempo, así que cambié. No tanto mentalmente, pero en cuanto a físico... Wow. Era más alto que mi madre, y apenas era el equivalente a un humano de 15. Mi rango seguía donde mismo: explorador. Parecía estar estancado en él.

Pero al final, te das cuenta que no importa lo que diga una base de datos o un D-pad, sino lo que realmente eres. ¿Qué más da si eres novato, explorador, guerrero o Prime? Un simple titulo no limita lo que tú cómo ser viviente puedes lograr.

Recuperaremos a Cybertron y reconstruiremos su era dorada, no importa si tenemos que juntar y unir  átomo por átomo, por que la lucha por nuestro planeta no parará...

Nisiquiera cuando todos seamos uno.

El Último Hijo de Primus Where stories live. Discover now