Capitulo 1

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Un mes antes

Mi nombre es kim Taehyun conocido como uno de los mejores agentes de mi pais, me encontraba caminando en la calle como es de costumbre abrigo negro con capucha, zapatos deportivos y mis audífonos inalámbricos discretos, escuchar a la sociedad es una mierda, el cielo estaba nublado joder que horrible es la época de lluvia, acaso no existe algo que motive mis días. Llamaré a Jimin.
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(Narra Jimin)
Uno nunca sabe cuándo le va a sonar el teléfono, ¿verdad? El día tiene veinticuatro horas, es largo para muchos y corto para otros… ¿Por qué mi maldito teléfono decidió tronar como un histérico incontinente justo en aquel preciso momento?

Estaba a punto de responder la pregunta número treinta y dos de mi trascendente entrevista psicotécnica: «¿Cómo actuaría si tuviera al asesino de su “hipotético” amigo frente a usted?», había preguntado el psicoanalista.

Hasta entonces, me estaba saliendo todo muy bien. Controlé el tic de mi pie, tenía las manos cruzadas sobre el vientre y escuchaba con porte sereno el interrogatorio de aquel especialista en control mental.

Un poco fastidiado me indicó que respondiera el teléfono, de mala gana lo tomé y mire la pantalal  NUMERO DESCONOCIDO marcaba en grande, decidí responder ante la mirada acusatoria de psicoanalista.

-Más te vale que sea algo bueno -respondí furioso

-Distrito Jongno-gu

-Estás loco Tae estoy en medio de una entrevista y me llamas para eso? –colgué el teléfono furioso.

-me gire al psicoanalista- y bien  -preguntó de manera fría y fastidiado.

—Sinceramente, me cuesta ponerme en ese pellejo… —Levante  mi mano y aparté unos de los mechones de mi flequillo gris que me rozaban el párpado izquierdo. Lo llevaba demasiado largo, ya me lo decía Tae. Pero me gusta así y, si se lo ponía todo hacia un lado ya que me favorecía mucho

— Supongo que si fuera mi amigo haría cualquier cosa por vengar su muerte. Todos somos Sally Field en Ojo por ojo —Mierda. ¿De verdad había dicho eso?

El viejo me miró ceñudo, sin comprender mi contestación.

—En la película, Sally Field no descansa hasta ver muerto al asesino de su amigo.

— ¿Eso quiere decir que usted se tomaría la ley por su mano? ¿Que, si tuviera delante al hombre que ha arrancado el último aliento de vida de su amigo, usted lo mataría.

Trago saliva audiblemente.

—A veces, la ley no puede comprender el dolor de una persona al perder aquello que más quiere.

—¿No confía en el sistema, señor Park?

Sí, por supuesto que sí. —La cosa empezaba a ponerse fea—. Pero los impulsos de los seres humanos no son racionales cuando nos tocan aquello que debemos proteger. Puedo entender la ira.

— ¿Usted lo mataría?

Muy bien esto si que fue incomodo —En mi defensa diré que usted me está describiendo casos extremos. Y creo que cualquier persona con corazón y vísceras respondería como yo. Y, si dicen lo contrario: mienten.

— Oh, qué bien. Por fin había utilizado esa frase con convicción y sentido contextual. Creo que es todo señor espere nuestra llamada ahora salga de la oficina.

Salí hecho una furia, no puedo creer estoy cansado de ser un policía más de la sociedad quería ser agente encubierto, investigar los mejores casos de asesinatos, drogas o tratas de blanca del país y no me lo permitían, a diferencia de mi mejor amigo Kim Taehyung que actualmente se encuentra trabajando en un asunto de drogas.

Todo furioso y frustrado pacte una hora para pasar por la casa de tae y le conté absolutamente todo.
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Tae negó con la cabeza.

—Deberías cambiar esa sinceridad que llevas, no a todos les sienta bien la verdad y en este trabajo debes de empezar a mentir.

—Lo sé… Yo quería trabajar aquí, contigo —gimoteó como un niño pequeño, apoyándome en el hombro de Tae—. Ya no quiero utilizar uniforme.

—No pasa nada, Jimin —tranquilice a Jimin—. El próximo mes se abrirán más cupos puesto que cambiaran el personal de cada distrito como es costumbre puedes intentarlo de nuevo; y yo podría hablar con mi jefe para que te recomendaran y…

—No. Nada de recomendaciones — di un sorbo a mi café helado de Starbucks—. No a los enchufismos —alcé mi vaso brindando con un amigo imaginario—. Aunque me vaya como el culo por no aprovecharme.

Tae se echó a reír.
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Un mes después

Nos encontrábamos todos reunidos en ese momento en la matriz, no dejaba de jugar con mis manos buscando con la mirada a Tae, su cabello rojo no aparecía por ningún lado, ya ha paso 2 semana desde su último mensaje de texto indicando que le asignaron algo gordo pero no podía decírmelo.

El día transcurrió estúpidamente igual, continuaba siendo el jefe de policía de mi distrito, según ellos los delincuentes de ese distrito no respetaban a ninguna otra autoridad que no sea yo. Después de una jornada larga regresé a mi casa y mientras me estaba ejercitando el timbre de la puerta sonó.

—Buenas noches, señor Park —se llevó la mano al trasero y levantó su placa de identificación—. FBI. ¿Puedo entrar?

Malas noticias. Cuando el FBI llamaba a tu puerta solo podía significar dos cosas. O que te creían indirectamente involucrado en un delito federal, o bien que podías aportar pistas para solventar uno. Los ojos se me llenaron de lágrimas y trague compulsivamente, sabia que era por Tae.

MI PECADO ♥ ▶JIKOOKMIN◀Where stories live. Discover now