Gatito_07:51
Quiero verte... 🥺🥺🥺🥺🥺🥺🥺🥺🥺🥺🥺🥺🥺🥺

Gatito_07:51
Vale, ya me controlo... Pero en verdad tengo ganas de estar contigo...

Un suspiro escapó de los carmesíes de la chica al imaginarse a brazos de aquel príncipe de faz angelical. Maldiciéndose por tener que posponer sus deseos para afrontar la cruda realidad.

Se debatió indecisa en su siguiente respuesta. Sin embargo, antes de llegar a presionar una sola letra, se detuvo al doblar la esquina que daba con la entrada de la facultad. Sorpresivamente vislumbrando a Félix recargado en la pared y en un semblante serio que dejó a la fémina paralizada.

¿Qué hacía tan pronto ahí? ¿Es que quizás...?

Cuando él giró el rostro y cruzó su mirada con la de ella, Marinette se sintió desfallecer. No sabiendo interpretar del todo esa forma en como él adhería sus grises a su persona.

Tardó unos segundos en reaccionar. Adoptando una postura relajada al aproximarse cautelosa a su encuentro, y observar el mirar frío que le dedicaba.

« Venga, Mari... Que no vea que tienes miedo. Aparenta naturalidad. »

Se frenó al quedar enfrente suyo y una sonrisa amable surcó su cara de muñeca de porcelana.

- Hey, hola... ¿Cómo es que est...?

- Tenemos que hablar.

Ella pestañeó fuera de lugar y se mantuvo imperturbable.

- Claro, pero en un rato empiezan las clases.- indicó en un tono suave-. ¿No piensas que sería mejor hacerlo después?- se abrazó con nerviosismo-. Podríamos ir a una cafetería del centro y...

- Tus calificaciones son suficientemente buenas como para que puedas ausentarte un par de horas.- argumentó con tenacidad y sonrió malicioso-. ¿No crees?

Algo dentro de ella le instaba a desconfiar. Clamando que no aceptara esa invitación que tan mala espina le daba, y que tan ingrata se le hacía.

« Solo tienes miedo de afrontar la verdad. Solo eso. »

Inspiró profundo y relajó los hombros. Asintiendo levemente y así accediendo a ese plan inesperado.

- Genial, pues ya podemos irnos.

Félix dio media vuelta y encabezó el trayecto, con un comportamiento que era de lo más distante y atípico, mientras ella se limitaba a seguir sus pasos con prudencia.

- Y... ¿A dónde vamos?- se interesó en un tono recatado.

El mayor no la miró siquiera, continuando marcando el camino.

- A mi casa, ¿dónde sino?- contestó con voz lineal-. Adrien ya debe estar de camino al instituto y mi padre en el trabajo, así que... Nadie nos molestará.

Aquello hizo que la joven se estremeciera. Revisando con disimulo la pantalla de conversación de su móvil.

- ¿Y no preferirías ir a una terraza y tomar un helado?- inquirió a la vez que trataba escribir en su teléfono.

- En esos sitios no hay privacidad.- comentó con elocuencia y luego se asomó por encima de su hombro-. En cambio, en mi habitación sí...

La azabache sintió su sangre helarse y el terror nublar sus pensamientos. Nada de aquel escenario era racional. Si bien pensaba que Félix le replicaría y pediría explicaciones por su mentira, no entendía porqué daba la impresión de que nada hubiera ocurrido.

Seguramente esperaría a llegar a casa para hablar sin que nadie curioseara al respecto. Y de ser así, Marinette no se sentía nada segura.

Tal vez sería sensato tantear un poco el terreno, en vez de esperar a que la bomba estallara sin más. Ella vio la espalda del universitario y contuvo un suspiro derrotista; aferrándose a las tiras de la mochila y arrugando el entrecejo.

||+18|| ADRINETTE                                           × SHE'S NOT MINE ×Where stories live. Discover now