13. I CAN'T STOP IT

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Llegado el sábado, Marinette había quedado en la mansión Agreste con su novio después de días sin verse. Siendo sincera, sus ánimos no estaban en su mejor momento, pero aún y así, llevaba días posponiendo su reencuentro y, en cierta manera, necesitaba aclarar sus pensamientos.

Desde esa tarde en compañía de Adrien, que su corazón parecía debatirse indeciso. Llenándola de dudas e inseguridad que no sabía cómo aplacar, ni hallar solución.

Entretanto su mente no cesaba de sopesar diferentes incógnitas y conjeturas, Félix seleccionaba una de las películas de Netflix mientras la azabache se acurrucaba en su torso en un estado abstraído.

- Pensaba que después de tantos días querrías hacer otra cosa que no fuera ver una película.- murmuró ella en un tono monocorde, mirando el televisor.

Él la observó de refilón, repantigándose en el sofá y sonriendo con pillería.

- ¿Quieres que subamos a mi habitación?- inquirió al acariciar con suavidad su hombro.

Ella se removió, apartándose levemente para afrontar con una mueca incrédula a su pareja.

- En realidad, pensaba en dar una vuelta.- comentó apacible-. Algo así como... ¿Pasear por el parque? ¿O ir a tomar algo?

El rubio enarcó ambas cejas, regresando su foco de atención en la pantalla.

- Eso es aburrido.- masculló con sorna-. Mejor vemos la película.

« Y eso es muy divertido... »

La joven se rindió en sus reclamos, resignándose a tener esa cita hogareña que no ayudaba favorablemente a sus confusos pensamientos.

- ¿Cómo te ha ido el estudio?- el varón la ojeó con incertidumbre-. ¿Pudiste repasar para los exámenes estos días, o...?

- Oh, sí. Cierto.- se encogió de hombros, acariciando la cabellera de su chica-. No ha ido mal.

La euroasiática asintió, después atendiendo a la filmación por la falta de palabras llenando el silencio entre ambos. Él permaneció absorto, surcando con los dedos el brazo de la fémina en una suave caricia.

Por su lado, ella se dejó mimar con esas acciones que se le hacían frías y monótonas. Dejando que los minutos transcurrieran, y que con ello, la muchacha aprovechara la distracción del zagal para tomar una manta que había en el extremo del sofá, y taparse con ésta. Marcando una prudente separación del uno con el otro.

Estaba cansada y algo incómoda. Apenas fijándose en lo que se reproducía en la pantalla.

- Hola.

Los dos universitarios viraron el rostro a un lado, identificando al menor de los Agreste asomándose por la puerta en un semblante inescrutable. Marinette sintió su corazón azorarse sin explicación alguna, instándose a mantener la calma al mirarlo directamente a los ojos.

- Hola, hermanito.- saludó el mayor con una sonrisa amable-. ¿Ya en casa?

- Esto... Sí.- murmuró en dirección hacia ellos, dejando en el butacón la mochila-. ¿Estáis viendo una peli?

- Así es.- extendió los brazos en el respaldo, sonriendo de lado-. ¿Te apuntas?

El adolescente intercaló la mirada con la azabache y su hermano, tensando la mandíbula con indecisión.

- Yo... Creo que mejor os dejo a solas.- argumentó en un tono lineal-. No me gustaría molestaros.

- No molestas.- intervino ella de repente, dejando perplejos a los dos rubios.

||+18|| ADRINETTE                                           × SHE'S NOT MINE ×Donde viven las historias. Descúbrelo ahora