15. HIDDING

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Marinette aún no daba crédito a lo que sus ojos presenciaban. Contemplando a su novio con la incertidumbre reflejada en sus rasgos, mientras él se mostraba con una sonrisa burlesca que extrañó a la joven.

- Fel... Tú... ¿Qué haces aquí?- inquirió con el ceño fruncido-. Pensaba que estabas enfermo.

- ¿Lo estaba?- preguntó con una risa fácil, acercándose a la azabache, a la vez que ella retrocedía dubitativa-. Yo diría que más bien estaba enfermo de estar sin ti.

La muchacha enarcó una ceja, mirando con cierta reticencia a su pareja. Sobre todo, cuando al él abrazar su cintura, un aroma sospechoso se filtró por sus fosas nasales y la hizo retroceder desconfiada.

- ¿Has bebido?

- Cada día, sino estaría muerto.- bromeó en un tono jocoso, tratando robar un beso de su chica.

- Alcohol.- reprochó con voz más severa.

Él restó importancia al creciente berrinche de la universitaria, separándose con una pose más tranquila y las manos al aire.

- Solo fue una cerveza, lo prometo.- aseguró solemnemente, observando cómo ella se cruzaba de brazos y lo estudiaba no muy convencida-. Venga, Ratoncita, no te enfades...- imploró con un mohín en los labios, deshaciendo su postura y sosteniendo sus muñecas con delicadeza.

Ella no rectificó su expresión, persistiendo en su enfurruñamiento al verlo en ese deplorable estado.

- ¿Por qué andas ebrio?- exigió saber, sin dar el brazo a torcer-. ¿Qué es lo que ha ocurrido para que estés así?

Félix chasqueó la lengua con desgana. Refugiando las manos en los bolsillos de su pantalón en una actitud pasota.

- No ha ocurrido nada.- suspiró con hastío-. Es sólo que... Me sentía solo sin ti, y... Bueno...- la miró cabizbajo, frotándose la nuca con nerviosismo-. Te echaba de menos, Ratoncita.

Una sensación desalentadora se instauró bajo el pecho de la menor. Cambiando las tornas al ser él quien condujera la situación, y ella se sintiera vulnerable y ruin.

- Y ahora...- prosiguió el joven, robando un beso fugaz de sus labios antes de caminar hacia las escaleras-. Vayamos a tu habitación, quiero recuperar el tiempo perdido de los últimos días.

Marinette no reaccionó inicialmente, quedándose descolocada durante un corto lapso, hasta darse cuenta de adonde se dirigía el varón. Recordando de inmediato quien se hallaba aguardando en su dormitorio por su regreso.

Así fue que la sangre abandonó su rostro y el miedo la incentivó a actuar. Siguiendo los pasos del rubio escaleras arriba.

- O-oye, Félix, ¿no preferirías dejarlo para otro momento?- preguntó ella en un tono más elevado, con la intención de alertar a Adrien.

- Llevamos más de una semana sin hacer nada...- argumentó con elocuencia el de gemas grisáceas, andando por el pasillo con determinación-. ¿No piensas que ya va siendo hora de volver a las andadas?

- Es-esto... Pe-pero tú no te encontrabas bien ayer.- rebatió la chica, dándole alcance a un paso veloz-. Y ahora con el alcohol...

- Tranquila, mi cielo, tengo el mástil en plena forma.

La fémina no se relajó ni un ápice, apresurando el paso e interponiéndose en la trayectoria de su pareja justo al llegar frente la puerta de su cuarto.

- S-si no te importa, preferiría que no estuvieras borracho...- expuso con los nervios siendo más persistentes, sonriendo titubeante y con las manos a sus espaldas-. Ya sabes lo que dicen, no es bueno follar cuando se ha bebido más de la cuenta.

||+18|| ADRINETTE                                           × SHE'S NOT MINE ×Donde viven las historias. Descúbrelo ahora