Love Incredible

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- ¿Podrías por favor dejar de tomarme fotos? Me pones nerviosa.- pidió Natalia mientras ocultaba su cara detrás de su ordenador.

- ¿Solo nerviosa?.- jugué con ella mientras dejaba la cámara sobre la mesa del centro.

Soltó un bufido y yo reí mientras me acercaba a ella, me senté a su lado en el amplio sofá y la miré atentamente mientras la pelinegra seguía en sus asuntos.

- ¿Qué te pasa conmigo hoy? Mucho amor y cariño.- preguntó elevando una ceja y yo sonreí ampliamente.

- ¿Qué te sorprende? Siempre soy así contigo, aparte no nos veíamos desde hace una semana.- elevé una ceja y ella asintió mientras me miraba brevemente.

- Bueno... Sabes que ambas estamos ocupadas todo el tiempo, yo con la música y tú con las fotos así que nos cuesta coincidir.- explicó con una sonrisa de lado y yo asentí mientras recargaba mi cabeza en su hombro.

- Por eso, te echaba de menos ¿Tu a mi no?.- devolví la pregunta e inmediatamente sentí un beso de su parte en mi frente.

- Claro que si cariño, solo que estuve ocupada ¿Qué estuviste haciendo tu?.- murmuró mientras se acomodaba mejor a mi lado.

- Tuve una visita a una galería de arte y participé tomando fotos, así que fue divertido.- conté mientras mis ojos examinaban la pantalla de su ordenador.

- Me imagino, después me las muestras.- susurró y yo asentí mientras ella colocaba su ordenador sobre la mesa de centro.

Su brazo me rodeó y yo me dejé abrazar mientras acomodaba mi cabeza sobre su pecho, encontrando una posición mucho más cómoda.

- ¿No es tan importante lo que estabas haciendo?.- pregunté y ella negó con la cabeza mientras sus dedos acariciaban las puntas de mi pelo.

- No, para eso tengo tiempo, ahora quiero darte amor.-  respondió y yo reí mientras entrelazaba mi mano con su mano libre.

- Estabas tardando.- dije bromeando e inmediatamente sentí sus labios sobre mi mejilla.

- Eres una odiosa.- me molestó y yo rodé los ojos mientras su mano giraba mi cara para encontrarme de frente con su rostro.

- Claro que no.- formé un puchero con mis labios y ella imitó mi gesto para después besarme.

- Eres una niña mimada.- susurró sobre mis labios y yo reí para después negar con la cabeza.

- Tampoco.- aseguré mientras abrazaba su cintura para después estrellar mis labios sobre los suyos.

Sentí su sonrisa sobre mis labios y yo no tardé en sonreir de vuelta, se separó ligeramente para dejar pequeños y repetitivos besos al mismo tiempo que sus manos sostenían mi cara.

Me gustaba está cercanía que tenía con Natalia, podía ser yo misma y estaba segura de que lo sabía, solo esperaba que ella se sintiera de la misma forma pronto, aún estaba tratando de ganas su confianza por completo.

Nos gustaba pasar tiempo juntas, besarnos, ver películas, hablar de libros y de noticias de actualidad, pero no éramos una pareja, simplemente nos divertíamos y nos conocíamos mejor, dormíamos juntas, en su apartamento o en el mío, pero solo eso, no pasábamos el límite que había establecido Natalia.

Y estaba bien, yo la respetaba, a ella y a sus reglas, porque si quería que las cosas funcionaran, debía seguir las normas y simplemente quererla.

- Usted, señorita, me gusta mucho.- aseguró mientras acariciaba mis mejillas.

- El sentimiento es mutuo, que suerte tenemos.- reí mientras mis manos acariciaban sus ahora cortos cabellos negros.

- ¿Me vas a enseñar tus fotos?.- preguntó mientras elevaba ambas cejas y yo asentí mientras me liberaba de su agarre.

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