- ¿Qué lees?.- preguntó Alba mientras recargaba su mentón en mi hombro y miraba la pantalla de mi portátil.
- El embarazo a los 7 meses.- respondí mirándola de reojo.
Alba rió y dejó un suave beso en mi mejilla para después abrazarme con fuerza, sonreí de lado y seguí leyendo atentamente.
- Estás más informada de que yo.- murmuró y yo me giré para verla.
- Y eso es bueno en parte, tengo que saber cómo cuidarte.- le dije mientras inclinaba mi cara hacia la izquierda.
- Escucha a mami cariño, ella ama cuidarte.- habló Alba mientras se tocaba la barriga, reí y negué con la cabeza divertida.
- Mira esto, es recomendable que duermas de tu lado izquierdo.- le dije indicándole con mi dado la línea que había leído.
- Siempre duermo de mi lado izquierdo.- se encogió de hombros y yo asentí de acuerdo.
- ¿Cómo sientes las piernas?.- pregunté mientras la miraba nuevamente.
- En la noche siempre están pesadas y dormidas, me desespera, pero al rato se me pasa.- me contó y yo hice una mueca.
- Te haré un masaje en la noche entonces.- murmuré y ella asintió sonriendo.
- Mmh me gusta la idea.- susurró para después dejar un suave beso en mis labios.
El tiempo del apartamento sonó y me levanté con cuidado para después caminar a la puerta, al abrirla sentí como se me tiraban encima.
- Lacunza, te extrañé idiota.- Sabela chilló y yo reí para después abrazarla.
- Trajimos regalos para el bebé.- habló Marta mientras hacía sonar todas las bolsas que tenía.
- ¿Tú mujer no está hormonal? Pregunta sería.- rió Julia y Marilia sonrió divertida.
- Adelante, amigas mías.- dije sonriendo y las chicas pasaron después de saludarme.
Todas chillaron emocionadas al ver a Alba y corrieron a abrazarla con cuidado para después parlotear sobre su enorme barriga y que se veía muy guapa embarazada.
- Dios Marta ¿Asaltaste una tienda o que?.- preguntó Alba mientras miraba todas las bolsas.
- Lo mejor para mí sobrino, uno que otro regalo.- dijo divertida mientras dejaba todas las bolsas en la mesa del centro.
- Tu barriga es del tamaño de una sandía.- dijo Marilia mirando atentamente la barriga de mi mujer.
- Sandía... Me dio hambre.- dijo Julia haciendo un puchero.
- Natalia, sirve algo para las chicas.- me dijo Alba y yo elevé una ceja.
- ¿Ni siquiera me van a ayudar? Esto es explotación.- me quejé y ella se cruzó de brazos.
- Mi amor, por favor.- pidió nuevamente y yo asentí mientras me daba la vuelta para caminar hacia la cocina.
- Muy bien, pequeña gobernaba.- Julia gritó y todas rieron mientras yo rodaba los ojos.
---------------------------------------------------------Entonces ... ¿Qué cuentan?.- comenzó Alba cuando llegué al salón con aperitivos.
- Marta está enamorada de María otra vez.- soltó Marilia y yo miré a Marta.
- ¡Hey! La reina de los secretos te dicen a ti.- se cruzó de brazos y yo reí.
- ¿Qué pasó con María?.- pregunté suavemente y Marta suspiró.