War of Hearts

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- ¿Qué hacen?.- pregunté con mi café en la mano al ver como los chicos arreglaban el árbol de Navidad.

- Tenemos que ver que todo esté en orden.- respondió Alfonso mientras sacudía sus manos.

- Pensé que el árbol ya estaba listo.- me encogí de hombros mientras arrugaba la nariz.

Los chicos de miraron entre ellos para después rodar los ojos y murmurar al mismo tiempo "se le olvidó".

- Hoy vendrá el alcalde.- me recordó Marilia y yo abrí la boca para después reír.

- Cierto, lo olvidé completamente.- suspiré divertida viendo como seguían arreglando cualquier detalle insignificante que se les cruzara.

- El rector nos encargó que toda la fachada se viera bien.- contó Famous mientras yo bebía mi café.

- Ni que viniera el presidente.- reí para después sentarme en una silla cercana.

- ¿No piensas ayudarnos, Nat?.- preguntó África y yo me hice la pensativa.

- Podría ser... Pero me da pereza.- respondí sintiendo sus risas.

- No habrán clases normales durante el día, algo es algo.- Damion se encogió de hombros y yo lo miré rápidamente.

- ¿Me estás jodiendo? Vine por nada, podría estar durmiendo ahora mismo, idiotas.- me quejé y Damion me mostró su lengua para después reir.

- Solo por venir te ganas un punto extra en la asignatura que quieras.- me contó Sabela y yo me tranquilicé.

- Entonces no todo está perdido, necesito aprobar cálculo porque me está arruinando la vida.- me quejé para después levantarme.

- ¿A dónde vas?.- me preguntó Alfonso y yo hice una mueca.

- A tomar aire fresco.- dije simplemente para después pasarle lo que quedaba de mi café.

- Hay como 0°C afuera, te vas a congelar.- negó con la cabeza Marilia y yo rodé los ojos.

- Tengo esto y esto.- apunte a mis guantes y mi gorro.- Estaré bien.- me alejé con rumbo a la puerta principal.

Todos los estudiantes estaban haciendo algo, limpiando los adornos, los cuadros, los sillones y cosas que se pudieran ver a simple vista, reí en voz baja para después salir de las instalaciones centrales.

Habían algunos estudiantes afuera, el frío era mucho, hice una mueca para después arrugar mi nariz, caminé con dirección a una pileta cercana en donde habían algunas bancas alrededor.

Reí al ver el agua congelada, el clima de Madrid era demasiado frío, no me sorprende en absoluto.

Me senté para después sacar mi cajetilla de cigarros, saqué uno para después buscar mi mechero, a los segundos prendí el cigarro para llevarlo a mi boca.

Le di una gran calada para después expulsar el humo lentamente, suspiré tranquila, fumar me relajaba demasiado.

A lo lejos sentí como gritaban que el alcalde ya había llegado, miré de reojo como un lujoso coche se aparcaba a la afueras de las instalaciones centrales, a lo lejos noté como el rector llegaba rápidamente a su encuentro, reí divertida para después desviar la mirada.

No me interesaba en lo más mínimo tener al alcalde en nuestra Universidad, era una persona más, con un título político que afirmaba entregarse completamente al pueblo.

Lo que me resultaba gracioso, que yo sepa sus hijas no estudiaron en escuelas públicas, el y su familia viven en una mansión a diferencia de muchas familias en Madrid que viven en precarias condiciones.

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