SALUDOS EN EL FINAL.
Me senté a horcajadas sobre Natalia mientras besaba sus labios, la pelinegra abrazo mi cintura y me pegó más a su cuerpo.
Mordí su labio inferior logrando que soltara un gemido ahogado, sus manos subieron hasta acariciar mis mejillas lentamente.
- Te echaba de menos.- susurré sobre sus labios mientras ella respiraba con dificultad.
- También yo amor.- respondió para después volver a besarme pero esta vez de forma lenta.
Mis dedos se enredaron en su cabello mientras ella bajaba sus labios hasta mi cuello, gemí cuando tiro suavemente de mi piel con los dientes.
- No me dejes marcas.- pedí mientras la miraba de reojo sintiendo su risa ronca.
- No te dejare nada, tranquila.- murmuró mientras volvía a besarle adentrando su lengua en mi boca.
La recibí con gusto mientras Natalia dejaba sus manos sobre mi culo, reí sobre sus labios y ella se separó ligeramente de mi.
- Quieta.- advertí y ella gruñó.
- No estoy haciendo nada malo.- se quejó y yo sonreí para después besarla suavemente.
- No voy a follar contigo en tu coche, es incómodo.- elevé una ceja y ella sonrió de forma juguetona mientras abrazaba mi cintura.
- ¿Cómo sabes?.- preguntó bromeando y yo rodé los ojos.
- Ya lo hicimos aquí una vez... Hace un mes.- susurré y ella rió.
- Como olvidarlo, es mejor cuando lo hacemos mientras tus padres ven la televisión en el primer piso.- murmuró y yo cubrí su boca con mi mano.
- Que no se te salga cuando te invite a cenar a casa. Me castigarían de por vida.- advertí y ella soltó una carcajada.
- La inocente Alba no es tan inocente conmigo.- sonrió de lado cuando quité mi mano y yo entrecerré los ojos.
- Tampoco lo digas frente a mis amigas, me molestaría para siempre.- advertí nuevamente y ella asintió.
- No les diré que en la cama eres una chica completamente diferente, tranqui.- me guiñó un ojo y yo le di un golpe en el brazo.
- Es tu culpa por estar tan buena.- fruncí el ceño y ella dejó un suave beso en mis labios.
- Tenerte sobre mi ahora mismo está provocándome pensamientos impuros.- susurró y yo reí para después bajarme de su cuerpo y sentarme en el puesto de copiloto.
- Mis padres deben estar esperándome, será mejor que entre.- le dije mientras me inclinaba y dejaba un largo beso en sus labios.
- Nos vemos después amor.- se despidió mientras yo abría la puerta y me bajaba.
- ¿Sabes algo?.- le pregunté y ella me miró elevando una ceja.
- ¿Qué?.- preguntó de vuelta y yo le sonreí de forma inocente.
- Creo que a tus amigos les gustaría saber qué te dejas dominar en la cama por mi.- le guiñé un ojo para después cerrar la puerta sintiendo su risa.
- Okay amor, eso sí es algo íntimo.- respondió mientras ponía en marcha el coche.
Me despedí con la mano y la navarra arrancó, suspiré y caminé rápidamente hasta la puerta de mi casa.
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- Pero que bonita vista.- dijo Natalia y yo me giré para mostrarle mi lengua.
Estaba en su apartamento ya que mis padres se habían tomado unas pequeñas vacaciones y como no quise acompañarlos me quedé con mi novia.
