Sayuri es una chica con demasiadas inseguridades como a la vez llena de secretos, algunos los esconde por miedo y otros los desconoce por completo, sin embargo, tarde o temprano tendrá que enterarse de la verdad que podría cambiar su vida.
Junto a s...
Ups! Gambar ini tidak mengikuti Pedoman Konten kami. Untuk melanjutkan publikasi, hapuslah gambar ini atau unggah gambar lain.
Narra Sayuri
Ups! Gambar ini tidak mengikuti Pedoman Konten kami. Untuk melanjutkan publikasi, hapuslah gambar ini atau unggah gambar lain.
El viento pegaba contra mi cara y algunos mechones de mi cabello se movían con este, estaba en la asiento del copiloto mientras recargaba mis brazos en el marco de la ventana. Nos estábamos mudando de ciudad y era muy frustrante para mi dejar todo atrás; amigos, escuela, vecindario y vecinos.
Luego de que mi hermano hubiera ahorrado lo suficiente junto con mi padre, compraron una casa en un pueblo llamado Inazuma para rehacer nuestra vida y olvidarnos de todo.
—¿Cómo te sientes sayu?—me preguntó mi hermano mirándome de reojo ya que él estaba manejando la camioneta, mi padre estaba adelante en el carro de la mudanza indicando el camino.
— Nada, solo... Sigue siendo difícil pensar que dejamos a mamá. —le respondí aún mirando el paisaje que de árboles y campo, estaba cambiando a casas de a poco. Ya pronto estaríamos en la ciudad.
—Sayu. —me llamó mi hermano Akihiko, soltando un suspiro. —no la estamos dejando, iremos todos los fines de mes a visitarla.
Hice una pequeña mueca y no respondí, solo seguí mirando el paisaje. No estoy molesta con ellos, para los tres ha sido difícil desde que mamá murió, papá quedó soltero con dos niños de 6 años y un adolescente de 16 años muy joven y además tenía que soportar las malas lenguas de la familia de mi madre.
Parpadee un par de veces cuando en mi campo de visión entró una torre metálica con un rayo gigante adornándolo, mi boca se abrió formando una pequeña "o" y mis ojos se abrieron un poco notando mi asombro, escuché la risa de mi hermano mayor por mi reacción contagiándome a mi con su risa. Definitivamente al llegar y subir mis cajas y ordenar un poco, esa torre sería mi primer destino en esta nueva ciudad.
Cuando menos me lo esperé, ya habíamos llegado al vecindario donde se encuentra nuestro nuevo hogar, era muy bonito a decir verdad, en cada esquina había un árbol de cerezo y los patios de cada casa se encontraban adornados con flores, quizás era una regla puesta por los vecinos para que se viera más agradable y colorido el vecindario, claramente, nosotros no nos íbamos a quedar atrás. Los de la mudanza comenzaron a ayudarnos a dejar las cajas dentro de la casa, yo llevaba las que eran menos pesadas ya que mi fuerza era nula.
