𝙲𝙰𝙿𝙸́𝚃𝚄𝙻𝙾 𝟷𝟷

132 15 6
                                    

Narra Sayuri

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Narra Sayuri.

Estaba corriendo por un campo lleno de flores, vestía un vestido blanco y mi pelo estaba suelto completamente dejando que algunos mechones cortos molestaran en mi cara por culpa del viento, me sentía libre, feliz y tranquila

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Estaba corriendo por un campo lleno de flores, vestía un vestido blanco y mi pelo estaba suelto completamente dejando que algunos mechones cortos molestaran en mi cara por culpa del viento, me sentía libre, feliz y tranquila. Miro hacia mí costado y un chico al cual no le puedo ver el rostro está corriendo junto a mi, miro hacia el otro y hay una chica haciendo lo mismo sin embargo no logro reconocerlos ya que su rostros están algo borrosos para mí.

—¡Apúrate Sayu-chan!—me grita la chica escondiéndose detrás de un árbol gigante al igual que el chico, yo con una sonrisa me ánimo a ir detrás del árbol y me encuentro con los dos pequeños llorando vestidos de negro, me miro a mi misma y también llevaba un vestido negro junto a dos trenzas que despejaban mi rostro.

Siento algo caer por mis mejillas, las toco con las yemas de mis dedos y me encuentro con lágrimas, ahora estaba sucia y mi vestido negro dañado rápidamente la escena se torna borrosa y una luz cegadora aparece volviendo a la escena del principio pero sola y con el vestido negro todo dañado y sucio. Comencé a caminar con un dolor punzante en mi rodilla, la toco y me duele aún más y mis dedos tenían algo de sangre, le resté importancia y seguí caminando hasta encontrarme a un señor pálido y algo extraño.

—Ahora te toca a ti pagar las faltas de tu madre, Hayashi Sayuri.—me habló con una voz gruesa y una sonrisa que daba miedo, fue acercando su mano a mi cara y yo trataba de alejarme pero tropecé cayendo al suelo.

—Por favor no... N-no... —susurré negando y cerrando los ojos pensando que así lograría algo, mi pulso cardíaco estaba descontrolado al igual que mi miedo.—No, no, ¡Por favor para!

Una luz cegadora hizo que cerrara los ojos pero luego los abrí, veía un techo blanco y mi respiración estaba agitada observé a mi alrededor y supe que estaba en el hospital por unas máquinas. Me senté despacio aún desorientada, ¿seguía en un sueño o era la realidad?, pellizqué mi mano y me dolió, no, esto no era un sueño.

Quité un poco del sudor de mi frente y escuché la puerta abrirse, era Hayami que traía una botella de agua. Ambas nos quedamos mirando sin pestañear, no entendía lo que pasaba del porqué nos mirábamos intensamente pero me estaba colocando nerviosa, miré hacia otro lado pero volví mi vista a ella soltando una risita nerviosa por su mirada y no sé cómo pero ella ya estaba abrazándome como si tuviera miedo de que yo desapareciera.

Secretos || 𝖨𝗇𝖺𝗓𝗎𝗆𝖺 𝖤𝗅𝖾𝗏𝖾𝗇Donde viven las historias. Descúbrelo ahora