Sayuri es una chica con demasiadas inseguridades como a la vez llena de secretos, algunos los esconde por miedo y otros los desconoce por completo, sin embargo, tarde o temprano tendrá que enterarse de la verdad que podría cambiar su vida.
Junto a s...
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Narra Sayuri
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—¡Haruna-chan!, te reto a un combate por el amor de la Diosa de la belleza.—gritó Hayami con una almohada en mano a Haruna.
—Acepto el reto, os vais a arrepentir porque yo ganaré.—se separó de nosotras la peli azul tomando otra almohada del suelo.
Natsumi, Aki y yo nos quedamos mirándolas con una gota resbalando por nuestra sien, estábamos en el gimnasio del instituto preparando algunos snacks para el equipo. A las chicas, se les ocurrió hacer una concentración por un día para que Endou dejara de entrenar como loco y cuidar su salud física, me contaron que hace un día atrás después de irme apresurada a mi casa para conversar tranquilamente con Hiroshi y el problema de las fotos, el portero casi se mata haciendo el entrenamiento especial con los chicos y luego de aquello, lo encontraron entrenando cerca de la torre de metal.
Poco a poco, los chicos iban llegando con sus cosas y emocionados por el pequeño "campamento", los de primer año eran los más emocionados con la idea. Incluso Hayami lo estaba, fue de las primeras en llegar y la que nos ayudó a limpiar el lugar.
—¡JAJAJA!, ¡Yo gané el amor de la Diosa de la belleza!—festejó mi amiga levantando sus brazos con un aura brillante a su alrededor mientras que Haruna estaba deprimida en una esquina haciendo circulitos con su dedo índice.
—¿Quién es la Diosa de la belleza, Hayami-san?—preguntó Someoka parado en la puerta, recién había llegado.
—¿Acaso no lo saben?—respondió un chico de lentes.—Sayuri-chan es conocida entre los alumnos de segundo como la Diosa de la belleza.
Se acomodó sus lentes y todos me quedaron mirando, ¿que yo qué?, negué efusivamente moviendo mis manos de un lado a otro tratando de quitar todas esas miradas de encima mío.
—Se equivocan de persona.—murmuré tratando de alejarme de los chicos que de a poco se estaban acercando a mi, incluyendo a Natsumi y Aki, que se acercaban con una mueca dudosa. Hasta que Kurimatsu tomó una de mis mejillas entre sus dedos tirando suavemente de esta sin hacer daño.
