Sayuri es una chica con demasiadas inseguridades como a la vez llena de secretos, algunos los esconde por miedo y otros los desconoce por completo, sin embargo, tarde o temprano tendrá que enterarse de la verdad que podría cambiar su vida.
Junto a s...
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Narrador omnisciente
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Los sentimientos desbordaban el bus en el que iban los jugadores. Había nerviosismo, incertidumbre y ansias de jugar al deporte que tanto amaban y pasar a la final del torneo.
Hace unos días atrás, de hecho, el mismo día en que se informó el cambio de fecha del partido, al entrenador del equipo le informaron que Kageyama había quedado libre por falta de pruebas, no quiso dar la noticia para no preocupar a sus jugadores y tuvieran la mente clara en el partido, sin embargo había uno que no tenía su concentración 100% en el evento de hoy.
Gouenji, más conocido como el delantero estrella del Raimon, estaría jugando contra Kidokawa Seishuu, su antiguo instituto en donde también practicaba el fútbol y su mente no paraba de recordar las palabras que le habían dicho los trillizos, él había abandonado y traicionado a su antiguo equipo. Quería seguir el consejo de su compañera de clase, mantener la mente centrada en el juego pero después de tratar de hacer eso, llegaban los recuerdos de esa oscura época que vivió.
—Oye, Mimi-chan. ¿Y Sayuri-san?—preguntó Haruna, la menor de las gerentes.
—Dijo que iba a estar presente en el partido como público.—respondió tranquilamente con los ojos cerrados mientras sus manos estaban detrás de su nuca, ciertamente la peli negra también estaba nerviosa por el partido.
—¿y sus clases?—preguntó Kazemaru, el defensa veloz del equipo que de a poco estaba teniendo reconocimiento.
—Nuestra querida señora presidenta nos dio el favor de excusarla por su parte. Natsumi-chan, eres una Diosa, ¿sabías?—le habló Hayami a la peli-cobrizo con una sonrisa. La chica solo sonrió confiada.
—No se acostumbren, lo hago porque quiero que cumpla su promesa.
—¿qué promesa?—preguntó el capitán del equipo sumándose a la conversación.
