Llamada.

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Los días pasaron, el cumpleaños número dos de su hija estaba por festejarse y habían invitado a sus amigos del pueblo.

T/N—¿Puedo cargarla?— pregunto con su mirada algo tímida/o.
México le sonrió y con cuidado le dio a Jatzibe, quien no reprochó, de hecho, comenzó a jugar con el cabello de quién la cargaba.

Jatzibe era muy sociable, eso lo había sacado de México, pasaba de brazos en brazos son reprochar, pues le agradaba la atención.

Quizás por estar a kilómetros de su casa, creerán que se olvidaron de sus países, lo cual no es cierto, México ya no era tercermundista, junto con la mayoría de Sudamérica.

Su economía había mejorado muy notablemente, no era potencia mundial, pero si turística, había superado a USA en eso.

Rusia se colocó en primer lugar en potencia, su economía también mejoró, ocupando en primer lugar.

México escuchó su celular, alguien le estaba marcando, cuando estuvo más cerca, noto que era la ONU.
¿Bueno? ¿Sucede algo?— contestó la llamada.
Mexico... Esto es una emergencia... Te necesito tanto a ti como a Rusia en New York en dos días...—

—¿Que sucedió?—

—Aparentemente, ustedes dos eran los únicos experimentos de esos rusos, pero no, hay otros y están causando desastres a nivel mundial, y es que a diferencia de ustedes, ellos fueron consumidos completamente por sus instintos, nos acabamos de dar cuenta de que no solamente son rusos, sino Estadounidenses, canadienses, chinos, japoneses y también de alemania.— no podía creer nada de lo le estaban contando.

Bien... Iré... Pero también llevaré a mi hija..—

—¿¡HI-
Colgó.

Fue a buscar a Rusia y le contó sobre esa chingadera ¿Es que jamás se rinden?
Su amado tuvo la misma reacción que él, shook.

Ese día se la pasaron genial, se concentraron en su hija nada más y cuando le dijeron de su viaje, se emocionó tanto que... Empezó a llorar.

No llore mija, vamos a regresar cuando quieras, tus amigos como t/n se quedarán aquí esperándote...— la cargo en sus brazos de manera cálida, Rusia se acercó y también la abrazó.
E-esta b-bien...— le pidió los brazos a t/n para después darle un corto abrazo.

Ambos padres suspiraron, su hija era todo para ellos, la protegerían, aún así, México no podría hacerlo tanto, pues con esa cicatriz... Su vista no era la misma.

Sin embargo, sigue siendo chingón, porque siempre chingones, nunca inchingones.











¿Creer que la historia es tediosa?

Pregunta sería.

LOBO «RusMex»Where stories live. Discover now