Capítulo 7

5.3K 555 366
                                    


Al llegar la mañana el primero en despertarse fue el madrugador de Bakugou. Abriendo lentamente sus ojos, pudo ver la luz del sol iluminando su cuarto. Por suerte era sábado, y ninguno tenía la necesidad de levantarse temprano. Normalmente, Katsuki, se levantaba temprano para realizar un poco de entrenamiento físico.

Pero hoy no quería mover ni un músculo. Movió lentamente la cabeza hacia la derecha, donde se encontrar un dormido Kirishima. Bakugou tuvo que esforzarse en no reírse por la forma en la que el pelirrojo dormía. No sabía cómo había sucedido, pero, durante la noche, Eijirou había terminado desparramado bocarriba en el otro lado de la cama, usando su otro brazo para rodear al rubio por los hombros.

El rubio sonrió al sentir el calor que provenía del cuerpo de Kirishima, usando su brazo como almohada, siguió viendo como dormía estúpidamente con la boca abierta. Si no fuese por su profunda respiración, el chico explosivo se estaría preguntado si estaba dormido o ya había pasado al otro lado.

Katsuki estaba más que feliz de verlo, después de todo, tenerlo ahí significaba que lo que sucedió ayer no fue un sueño. Y Bakugou aún tenía miedo de que fuese así, que el chico pelirrojo despertará sabiendo que en realidad era una locura, y qué el rubio no lo merecía.

Bakugou no podía creerlo, pero quería hacerlo. Quería confiar en las palabras de Eijirou. Ya que, aunque le costase admitirlo, las emociones del rubio tenían mucho que ver con las acciones de Kirishima. "No puedo creer que este idiota con cara de bobo, tenga tanto poder" pensaba, siendo sus acciones las que podían alegrar hasta lo imposible al chico, haciéndolo sentir como la persona más afortunada de todas, y también siendo las que podían llevarlo directamente al infierno.

Katsuki siguió viendo su cara y suspiró profundamente "supongo que el idiota vale la pena el riesgo de todas formas" pensó sonriendo por ello.

Lo que el rubio no esperaba era que, debido a su cercanía, el aire que provocó su suspiro fue suficiente para despertar al pelirrojo. Quien comenzó a estirar su cara, en un intento de abrir sus ojos. Bakugou, entrando en pánico, pues no quería ser atrapado viéndolo dormir. Lo único que se le ocurrió fue cerrar rápidamente sus ojos y aparentar estar dormido.

Eijirou abrió sus ojos manteniéndose totalmente desorientado por un segundo, al intentar moverse, sintió un peso en su brazo izquierdo. Cuando giro su cabeza para ver que era, se encontró con el rostro relajado de Katsuki, quien, para su suerte, parecía estar dormido. Logrando que Kirishima se orientase y recordase todo con una pequeña sonrisa.

El pelirrojo movió lentamente la mitad de su cuerpo que estaba libre para enfrentar a Bakugou, lo hizo con mucho cuidado, ya que no quería despertarlo. Eijirou se fijó en las suaves facciones de la persona que estaba delante suyo.

"Realmente es hermoso" pensó, sin poder evitarlo, era extraño tenerlo tan cerca y tan tranquilo. El chico de los dientes puntiagudos no podía dejar de ver las largas y claras pestañas de Katsuki, las cuales estaban iluminadas por el sol, formando pequeñas sombras que recorrían su perfecto rostro. Kirishima no pudo evitar extender su mano para acariciar esas manchas oscuras. Intrigado por el efecto que producían en el bello rostro del rubio.

Para ese momento Bakugou se encontraba en un total pánico interior. "¿Qué mierda está haciendo este inútil?" pensaba nervioso, sintiendo las suaves caricias de Kirishima.

Eijirou, sin notar para nada el pánico de Katsuki, continuó el trayecto con sus dedos. Deteniéndose al llegar a la comisura de su boca. En ese punto, Kirishima tenía toda su concentración en los labios del rubio.

Para el pelirrojo, sus labios rosados eran perfectos, eran lo suficientemente finos para que no desentonaran en su cara, como también lo suficientemente gruesos para ser de lo más tentadores. Para el pelirrojo, sus labios eran irresistibles.

Quiero ser tú alguien especialWhere stories live. Discover now