Capítulo 6
(2014)
No había visto al soldado en mucho tiempo. Pero no podía preguntar.
Sus códigos no se lo permitían.
Ahora tenía una completa rutina adherida a la cabeza.
Levantarse apenas el sonido del desbloqueo de la puerta entraba a sus oídos.
Entrenar físicamente y en combate.
Matar al soldado más débil.
Bañarse y limpiar su ropa.
Comer su comida del día.
La inyección que ya no le quemaba.
Y volver a su habitación a dormir.
Habían veces que hablaba con Leyna y lograba salir de aquello, pero debían ser sigilosos, rápidos y concisos en sus pequeñas charlas que tanto gustaban tener.
–Te conseguí otra jalea. No sé si la quieres —el pequeño miró el postre, y negó con la cabeza. Observó el rostro de la chica y le señaló un golpe que se dejaba ver por su mejilla cerca del ojo—. No te preocupes por eso. Soy un hueso duro de romper.
–Quédatela —fue todo lo que dijo y Leyna frunció el ceño. Guardó el postre, se apoyó en la pared y cerró los ojos con pereza.
El chico sólo la miraba atento, no como si esperara un ataque a pesar de que sus reflejos eran conscientes de todo, pero sí para guardar cada detalle.
–¿Tengo algo o qué? Me pones de los nervios —Peter ladeó la cabeza, y se señaló el rostro, indicando el cubreboca que tenía la contraria. Ella entendió su pregunta—. No quieres ver mí rostro, es asqueroso.
El pequeño ladeó la cabeza y la miró a los ojos largos segundos. Leyna suspiró pesado y acercó su rostro.
El niño bajó el cubreboca suavemente y miró lo que ocultaba. Una gran cicatriz que pasaba desde el sureste de su mentón al lado oeste de su nariz.
–Feo, ¿no es así?
Ésta vez el pequeño fue quien frunció el ceño, estiró su mano y tocó el rostro ajeno suavemente, cuidando de sentir el relieve de la herida Sanada con su pulgar. Leyna se tensó por aquel suave e inocente gesto, algo que no esperaba luego de ver todos los días cómo lo transformaban y quitaban su infancia.
–Schön —Leyna sonrió ante el halago—. ¿Tienes... Tienes un hogar?
La mujer dejó de sonreír y se alejó del toque.
–Me gustaría tener.
–Leyna —sonó la radio que tenía adherida al pecho.
–Aquí estoy.
–¿Dónde mierda estás? Ya debemos irnos. El puto de Rumlow nos quiere en SHIELD.
–Ya voy, ya voy —se puso el cubre boca y miró al chico. Le acarició la cabeza suavemente—. Volveré pronto, Peter.
El pequeño no dijo nada, sólo vio cómo se alejaba.
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ᏞᎾsᏆ ᏟhᎥᏞᎠ
FanfictionÉl era sólo un niño que le arrebataron la infancia. Y él daría todo por proteger lo único que le hacía sentir humano.
