RØDE ØYNE ★

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Poco a poco, los otros trece participantes van llegando, algunos incluso justo a tiempo cuando el tren nos pasa a recoger. Me cuesta levantar las dos maletas que llevaba conmigo, pero igual me las ingenié para subirlas sin tener que pedir ayuda.

Este es el único tren en toda la central, que toma hacia Heaven. Los demás son solo para transportar a la población general hacia sus trabajos. Por eso, una vez todos estábamos arriba, el tren partió casi al instante. Éramos los primero en una generación en estrenar dicha vía.

Una vez estaba totalmente sola, decidí que era un buen tiempo para poder leer la carta que me dejó Hyunjoon.

Una vez terminada la lectura, rompí en un llanto silencioso. Obligándome a que los jadeos se limitaran a suaves respiraciones y voltée el rostro en dirección de la ventana. El panorama es muy bonito...Tal vez pueda tratar de distraerme con esto.

El aburrido gris de la ciudad se iba transformando a un campo verde y sano, las montañas lejanas con su poco de nieve encima. Quería abrir la ventana.

Regresaré a casa, algún día. Y terminaré lo que empecé.

Arrugué la carta y la tiré en alguna esquina recóndita del equipaje de mano que traía conmigo, dejar que se perdiera en el montón de objetos que metí ahí a última hora.

Un señor apareció por la puerta, dos sujetos más se le unen. Lo primero que pensé, fue que revisarían el billete de tren, pero una vez capto que cada uno tiene un extraño artefacto en sus manos, empiezo a dudar. ¿Para qué será y quiénes son?

一Bienvenidos, primeros ingresados de Heaven. Nosotros somos la policía oficial de la utopía一el señor que vi de primero, parece ser el de autoridad superior y muestran las insignias一. Este aparato que ven aquí será usado en ustedes para marcarlos. No teman, este es un método de seguridad para asegurarnos de que no se pierdan. No duele.

Es raro que tenga que especificar eso último.

De a suerte, me senté casi al final y puedo ver con más libertad exactamente qué es lo que hace ese aparato. Parece un taser como el que usan los policías en nuestra ciudad.

A los primeros que van a marcar, les indican que muestren la nuca. Dudosos, aún así acatan a la orden y esperan a ver qué pasa. Los oficiales posan el objeto encima de esa piel descubierta por una milésima de segundos y lo retiran.

Hay una especie de código en las nucas de estos chicos. No parece que les haya dolido en lo más mínimo, sea lo que les haya hecho.

Cuando es mi turno, me asusté. Pero no porque le temiera a lo que tenían en sus manos, sino más bien el color de sus ojos.

¿Por qué tienen irises rojos?

El oficial hace un gesto de que siga el mismo procedimiento como los demás y me doy cuenta de que me le he quedado mirando más de lo que es aceptable. Retiré el cabello en mi cuello y me voltée.

Casi digo ¿ya? al ver que me terminaron de poner el código. Inconscientemente, acaricié esa área, sintiendo los pequeños relieves que tenía en la piel.

Al finalizar, el señor mayor dice一: Se ha finalizado la primera fase de ingresión. Cuando lleguen a Heaven, serán transferidos a la estación médica para realizar una desinfección. Eso es todo y gracias por su compresión.

Y así no más, se van. Algo más llamativo que pude apreciar, era el acento que tenían. Pronunciaban el sonido de las "s" y "c" con un siseo característico. Parecen serpientes, qué gracioso.

El viaje durará su buen par de horas más. Traté de quedarme despierta para recibir a la utopía con el pie derecho. Fallé. No sé de dónde me ha salido tanto sueño.