Capítulo 26

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El restaurante donde me llevó Levi era muy bonito y elegante, de camino a nuestra ciudad. Aunque yo me conformaba con un sitio de comida de rápida, él se empeñó en parar allí, según dijo era económico y a la vez daba calidad. El camarero nos llevó a una mesa cerca de la ventana, se podía ver pasar los coches, como un espectáculo de luces de ida y venida. Me senté enfrente de Levi, le miré mientras se sentaba y estaba concentrado en la ventana. Cuando giró la mirada hacia mí, aparté la mía rápidamente hacia una mesas detrás de él, para disimular que le estaba mirando. Puse apreciar que no lo hice como debía y el empezó a sonreír. Así que hice lo mismo y lo volví a mirar, esa vez fue el quién apartó la mirada de manera poco disimulada y fui yo quién sonrió. Pedimos y esperamos en silencio, aunque él tenía pintas de querer decir algo, pero no se atrevía; curiosa por lo que quería decir rompí el silencio, pero de manera desastrosa.

—Se ha quedado un buen día—dije sin saber muy bien que decir.

Él se rió ante mi estupidez, porque uno era de noche y dos no hacía buen tiempo. Me gustaba cuando reía, su risa era melódica y contagiosa.

—Mejor olvida lo que acabo de decir—le dije riéndome también.

—Eres muy graciosa, pensé que Adrian y Elizabeth exageraban al describirte. Pero eres muy graciosa y simpática, a la vez que testaruda y fuerte—dijo sin dejar sonreír.

—Siento decirte que a mí Scott solo me dijo que te quería, pero nunca me llegó a hablar de tí, en plan me refiero, me dijo que eras muy importante para él. Es más él nunca me dijo tu nombre—le dije dejando de sonreír.

—Scott a veces me sorprende—dijo parándose de reír un momento, para luego volver a reírse...

Tras la comida seguimos hablando un rato y luego salimos. Como hacía bastante frío me abracé a mi misma, para intentar conservar un poco de calor. Al igual que yo, Levi hizo él mismo gesto. Casi llegamos corriendo al coche, por el frío.

—La próxima vez aparco mucho más cerca—dijo al cerrar la puerta tras entrar ambos—    No sé dónde vives, así que me vas a tener que indicar cómo llegar—encendió el coche y salimos del aparcamiento.

Cuando ya estábamos delante de mí casa, me acordé de que tenía que traerle comida a Miles y se me había olvidado. Levi me miró preocupado y yo le conté lo que ocurría.

—Si quieres puedo cocinar yo—dijo él tras pensar un rato.

—No hace falta, se usar el microondas y la pasta instantánea, guardo un par de tarros escondidos por si Miles se como toda la comida durante la semana. Pero no le digas nada—le dije sonriendo y asintió—bueno gracias por todo, de verdad.

—No importa, te lo debía, esto y mucho más. Gracias a ti por salvar Scott—dijo antes de que me bajase. Le sonreí y cerré la puerta despacio.

Levi no encendió el coche hasta que ya estaba delante de la puerta de mi casa y no se marchó hasta que ya estaba dentro. Sonreí al cerrar la puerta, pero mi sonrisa se borró al girarme y ver a Miles en muy mal estado. Tenía muy mala cara y estaba muy pálido.

—No te pude comprar una hamburguesa—dije bajando la mirada arrepentida— pero te voy a preparar pasta oriental, de la que tengo para mí escondida, como disculpa—le miré y lo único que hizo fue acercarse para abrazarme. Correspondí a su abrazo y después me separé para ir a la cocina y preparar la cena de Miles.

Cuando salí con el plato de pasta en las manos Miles estaba sentado en el sofá, ya que accedí en llevarle la comida al salón como parte de mi disculpa y para que no se tuviese que mover mucho.

—¿Donde está mi pequeño?—dije al entrar al salón como si fuese su madre. Me senté a su lado con cuidado para no molestarle mucho.

—Eres mala...—dijo haciendo un puchero como un niño pequeño.

—Pero si eres adorable—pellizqué su mejilla suavemente—venga come, después te vas a dormir a cama y yo igual, porque estoy agotada—dije bostezando y me acomodé en sofá.

—No creo que pueda dormir—dijo mientras comía la pasta.

—¿Ahora qué? ¿Necesitas que duerma contigo?—bromeé. Negó y yo me empecé a reír, por el tomate en el que se había convertido su cara. Giró su cabeza, cubriéndose la cara—Tranquilo solo era un broma—frote suavemente su espalda con mi mano.

A veces pensaba que era un niño pequeño en el cuerpo de un adolescente grandullón, porque cuando estaba sensible actuaba como un niño pequeño, a veces incluso cuando estaba normal. Era agradable tenerle cerca, simpre que no me tocase las narices haciendo estupideces.

Hasta que se quedó dormido no estuve tranquila, tenía mucha fiebre, temblaba un poco y sudaba bastante. Pensé en llamar a mi madre y preguntarle que podía hacer para bajarle la fiebre como mínimo, pero preferí esperar a que ella llegase por la mañana.

Solo hizo falta mencionarle que Miles no se encontraba bien para que media hora después ella tuviera un hospital montando en la habitación de Miles, le bajó la fiebre, dejó de sudar y temblar. Lo dejó descansando una hora y media después de llegar. Mientras yo esperaba en el sofá del salón.

Por la tarde subí a ver cómo estaba, dormía tranquilamente sobre la cama. Me senté a su lado con cuidado para no despertarlo, le aparté unos mechones de sus cara y le acaricié la mejilla. No era más que un niño grandote. A veces me preguntaba cómo pudo valerse por sí mismo tanto tiempo, después de la muerte de su madre, ya que su padre nunca estaba en casa y él era solo un crío, ahora casi un adulto... Que murmuraba en sueños, sí e incluso mientras estuve allí sentada, murmuró algo que me desconcertó bastante.

—Lena, no me dejes, te quiero—dijo con un hilo de voz—. Solo mía...

Lo ignoré, me levanté despacio y caminé hasta la puerta de la habitación, no quería molestarle. Eché una mirada a su cama antes de cerrar la puerta y salir al pasillo.

No tenía nada que hacer así que decidí continuar algo que tenía algo abandonado, el uniforme, lo iba a terminar y perfeccionar, además de crear una muestra.   Y así hice. Todo estaba terminando para la hora de la cena, fue increíble lo rápido que lo hice. Me lo probé para mirar como quedaba, nada mal.

Una cosa menos por la que preocuparme, pero aún quedaba una pequeña lista de cosas que me mantenían en vela toda la noche... Y pronto serían más...

Hola. Otro capítulo más y espero tener terminado el siguiente pronto. Así que a disfrutarlo. Si os ha gustado dadme una estrella. Podéis dejar vuestras opiniones y sugerencias en los comentarios. Os quiero. Nos vemos en el próximo capítulo.

¿Simplemente que os ha parecido este capítulo? Solo eso, mostraos lectores.

La Otra CaraWhere stories live. Discover now