Sólo somos amigos.

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-Me ha abierto tu hermana.

-¡Mi hermana se puede ir al infierno, esta es mi habitación!-La chica se acercó a él bruscamente, empujándolo con sus manos en los hombros de él. Pero no se movió del sitio.

-Oye, mira. He venido a disculparme ¿vale?-Alan levantó las manos en señal de rendición. Kat alzó una ceja y lo miró con curiosidad.-Siento no haberte creído, yo pensaba que... bueno, da igual. No quiero problemas contigo, Scar. Y menos con tu novio, que tiene un buen gancho de derecha.-Kat soltó una sonrisilla tonta por el comentario referente a Jerry, pero en seguida se recompuso con semblante serio.

-Eso fué muy infantil por tu parte, Carter.-Alan la miró con una ceja alzada.-La pelea, me refiero.

-Lo sé, bueno, yo estaba alterado y... no soy así... lo siento, de verdad.

-El capitán y chico más popular del insti, disculpándose.-La chica soltó una pequeña risa, y Alan sonrió.-Está bien, pero tenemos que estudiar, Carter.

-¿Esta tarde?

-Bien.-Asintió la chica.

-Bien. -Alan se despidió con una sonrisa y salió de la habitación de la chica.

Se había quitado un buen peso de encima, estaba muy arrepentido por no haberla creído. Y bueno, lo de la pelea con el tío ese... tampoco lo sentía demasiado... era un completo gilipollas. Además Scar se comportaba de manera diferente cuando estaba con él.

° ° ° ° °

Tara caminaba por la calle. Había salido a dar un paseo antes de comer, ya que hoy estaba sola en casa. Su padre había llegado pronto esa mañana y se había llevado a su hermano y a su prima a ver un espectáculo de niños. Ella puso la escusa de que tenía mucho que estudiar, cosa que era mentira... pero le apetecía estar un rato sin esos dos renacuajos.

Pensó en Caleb, y en la especie de casi-beso que tuvieron la pasada noche. Eso había sido raro, muy raro. Ella quería a Caleb como un amigo, ya que era su compañero en clase y la primera persona que le había hecho caso...

Unas horas antes, Caleb la había llamado y habían mantenido una conversación rara, pero gratificante. Los dos coincidían en que eran amigos y se habían dejado llevar por el momento.

Andaba concentrada en sus pensamientos, cuando se chocó con alguien.

-Lo siento...-Tara giró la cara, y las mejillas se le colorearon al encontrarse con un rostro conocido.

-Hey Tara, eres tú.-Sean sonrió ampliamente y se acercó a la chica elevando una ceja.

-¡Sean! Siento muchísimo lo de anoche, mi padre al final no llegó a tiempo, y me tuve que quedar con mi prima pequeña...

-No te preocupes.-El chico volvió a sonreír. Tara se quedó observando sus labios, la verdad es que siempre estaba riendo, y tenía unos labios muy bonitos.

-Bueno, supongo que te debo una fiesta.-Afirmó Tara.

-Supongo... pero, ¿sabes? queda mucho para la siguiente fiesta e iba a comer solo...

-¿Ahora?

-Ahora. ¿Tienes algo que hacer un domingo?-Sean sonrió de nuevo y la miró con curiosidad.

-La verdad es que no.-La chica se colocó al lado de Sean y comenzaron a caminar.

° ° ° ° °

Se estaba atando las botas cuando escuchó el motor de la moto de Caleb. Agarró su chaqueta de cuero y salió de su casa sin despedirse. El chico le tendió el casco y ella se lo puso montando en la moto y agarrándose a la chaqueta de Caleb.

CicatricesWhere stories live. Discover now