Zandra (Saga SEAL 4)

Capítulo 17

La noticia de Joy fue una sorpresa para todos y las preguntas se sucedieron. Ella las respondió a todas con paciencia y con el apoyo incondicional de su padre, aunque no se le veía muy feliz con su decisión. Pero lo que más me sorprendió a mí fue que Fisher, al que creía que se volvería loco al saberlo, permaneció en absoluto silencio. Desde luego, su cara decía que no estaba conforme con eso, pero había algo más que no pude descifrar.

-Tierra llamando a Zandra -escucho decir a Chris y parpadeo varias veces para despejar mi mente- ¿Dónde coño te habías metido? Llevo diez minutos hablando contigo y creo que no has escuchado ni una sola palabra.

-Perdona -me disculpo-, estaba pensando en lo extraño que fue que tu hermano no dijese nada cuando Joy anunció lo de Finlandia.

-Bueno -se encoge de hombros-, a mí no me ha preocupado porque sé que antes de que se vaya, hablará con ella. Esos dos tienen una relación muy estrecha y mi hermano no lo dejará estar sin más. 

-En privado, claro -tiene sentido-. Tal vez tengas razón. Aunque me resulta tan raro que guarde silencio. Normalmente habla a todas horas.

-Es muy cansino -asiente.

-No me refería a eso.

-Lo sé -sonríe-, pero me ha venido perfecto. 

Hoy hemos salido solas de nuevo para terminar de comprar los complementos del vestido de novia de Chris. No faltaba mucho para la boda, pero ahora que ya es oficial que Archer sustituirá a Hank, nos preocupa que los envíen a una misión antes de ese día. Hank ha dicho que hará lo imposible para retrasarlo, pero no podemos estar seguros, así que Chris y Archer han decidido acelerarlo todo y ver si pueden adelantar la fecha. Así que aquí estamos, como locas, buscando las pocas cosas que nos faltan por si les hacen un hueco la semana que viene. Suerte que la ropa de las damas de honor ya está lista desde hace tiempo o estaríamos mucho más estresadas.

-¿Qué te han dicho en el restaurante? -le pregunto, recordando que llamaría hoy por la mañana para ver si se lo cambiaban de fecha.

-Me han guardado ambos días, con la condición de que se quedan con el anticipo que les hemos dado para reservar la primera fecha y que no se descuente del total.

-Es una putada, pero entendible.

-Cierto, aunque me jode perder ese dinero.

-Peor sería si los llaman a filas antes de que os caséis -le recuerdo.

-Lo sé -echa todo el aire de un golpe-. Con mi hermano siempre ha sido duro, incluso aunque apenas nos hablábamos, pero ahora que se irán ambos... creo que lo llevaré mal.

-No vas a pasar por esto sola -añado-. Podemos ayudarnos las unas a las otras.

-Eso es verdad -ya sonríe y lo hace de tal forma, que sé que dirá una de las suyas-. Le dejamos los críos a Kyle y nos vamos de juerga para olvidar las penas.

-No pretendas convertirnos en borrachas -rio.

-No es necesario ahogar las penas, solo olvidarlas por un tiempo.

-Visto así -me lo pienso-, suena interesante.

-Y Kyle se ganará unas perras extra. Seguro que no se queja.

-Estará encantado -le aseguro-. Está ahorrando para comprarse una casa. Dice que los alquileres están en alza.

-Dímelo a mí -se queja-. Archer me ha dicho ya unas cuantas veces que me vaya a vivir con él, pero no quiero hacerlo hasta habernos casado.

-¿En serio? -la miro con escepticismo.

-No es por lo que crees -recalca-. Es que en todas mis relaciones he empezado al revés: conviviendo primero y pensando en matrimonio después. Y ninguna se llevó a cabo. Esta vez quiero hacerlo bien. Igual es una tontería, pero por intentarlo...