Programa ARIAD {Joohyuk}

Parte 11

– Bueno tío, vamos a salir a ver si encontramos la cafetería y nos dan de desayunar – dijo Shownu antes de darle una palmadita a Jooheon en el hombro antes de salir por la puerta, dejando al pelirrojo al cuidado de un Minhyuk con mucha resaca.

Mientras, dentro del baño, Minhyuk estaba medio dormido todavía, pero a los minutos sacó las fuerzas (y las ganas) de levantarse y darse una buena ducha.

"Extraño", pensó Minhyuk. El baño estaba mucho más ordenado. No veía los productos de cuidado para la piel de Kihyun tirados por por el lavabo, ni algún calzón de Changkyun por el suelo.

Al fin sus súplicas habían sido escuchadas y los chicos habían recogido y ordenado sus cosas.

– Fancyyyy youuuu~ – Minhyuk siempre cantaba cuando se duchaba. Hyungwon se quejaba muchas veces de lo escandaloso que era. Sus berridos en la ducha se habían convertido en su despertador personal.

Jooheon, por su parte, pensó que este chico realmente no tenía vergüenza alguna o no la había conocido. Para empezar había dormido en la cama, dejando a Jooheon en el suelo. Realmente podría haber subido a la litera de arriba, pero temía despertarlo.

No solo eso, sino que ahora estaba cantando alegremente y se estaba tomando gran tiempo en un baño ajeno sin preocuparse por los demonios que podrían estar esperando fuera su turno.

Sin embargo, no fue hasta que Minhyuk entró a la habitación completamente desnudo que se dio cuenta de que el baño no era el suyo.

Jooheon se giró, para ver a un hombre luciendo confiadamente toda su hombría.

Al ver los ojos de Jooheon clavados en su desnudo cuerpo, Minhyuk saltó a una cama y se envolvió en mantas.

– ¡Pervertido! –gritó casi en un sollozo. Su cara estaba tan roja y tan caliente que se podrían freír huevos encima.

Jooheon quedó en shook y no sabía muy bien que decir. Parecía que iban a juego, los dos con las caras rojas como remolachas.

– N-no he visto nada – es lo único que se le ocurrió decir para consolar al chico.

– Sí has visto – lloriqueó haciendo un puchero. Se golpeó mentalmente numerosas veces por tal acción y todas las que habían precedido.

Normalmente no le importaba que sus compañeros de habitación le vieran desnudo. Conocían cada centímetro de sus cuerpos e incluso se habían duchado juntos alguna vez.

Esto era muy diferente, sin embargo. Su corazón iba tan rápido que de saldría de pecho y la vergüenza le invadía todo el cuerpo. Solo deseaba que la tierra le tragara en ese momento. Seguro que la imagen que tenía de él no podía empeorar. Adiós a las pocas posibilidades de tener algo con un demonio.

Verlo tan avergonzado despertó cierta ternura dentro del menor, quién rio divertido.

– ¡No te rías! – y enterró su cabeza en la almohada.

Jooheon dejó la misma ropa que llevaba el castaño en la cama en la que estaba antes de acercarse y cogerle de los mofletes para hacer que le mirara.

– Erase my brain – bromeó mientras hacía el gesto de estar usando un borrador – Ahora que ya sé que no has muerto dentro de esa bañera, te veo en la cafetería. Cierra cuando salgas.

Fue lo único que dijo antes de irse y dejar a Minhyuk muriéndose de la vergüenza, pataleando y soltando algún sollozo.

Solo deseaba que la tierra le tragara en ese momento. Seguro que la imagen que tenía de él no podía empeorar. Adiós a las pocas posibilidades de tener algo con un demonio.

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Lo prometido es deuda, estoy de vuelta. He subido este capítulo un poquito antes porque me sentía culpable por mi larga ausencia.

Gracias por seguir apoyando esta historia a pesar de que no actualicé por un buen tiempo.

No se enfermen. Nos leemos.