Como romperle el corazón a un muerto. (Hoodie y tú)

Capítulo 9

Acabo de escribir esto a las dos de la madrugada. Si va demasiado rápido es por eso mismo , porque esto va mezclado con inspiración y un vaso de leche lmao.

Pum, pum, pum. Los latidos del corazón de la castaña se podrían escuchar a metros de distancia. Aquel desagradable sonido no cesaría hasta dejar de estar rodeada por aquellos esqueléticos brazos. Brazos con una boca que , minutos atrás , prometió que nunca la dejaría ir.

A veces la muerte se ve mejor que los brazos que te sostienen. Y eso bien lo sabía __________ en ese momento , mientras sus uñas se clavaban de manera agobiante en el pecho del muchacho. Podría dejar sus uñas ahí, atascadas en la tela de la sudadera que portaba el joven espíritu. Sin embargo , él no sentiría nada.
Hoodie antes estaba atormentado ante la idea de no poder tener entre a sus brazos a su amada castaña. Ahora , que ella se encontraba atrapada entre sus delgadas extremidades, no la dejaría ir tan fácilmente.

----¿Por qué insistes tanto en intentarlo , mi amor? Es inútil ----. Advirtió Hoodie tras sentir los impacientes dientes de la chica sobre sus brazos. ---- No siento nada. No me haces daño , no es tu intención , ¿verdad?

La castaña detuvo sus constantes mordiscos para , seguidamente , mirar al joven directamente a los ojos. Unos ojos que no tenían vida con un azul que , en un par de horas , la perseguirían toda la vida cuando lograse escapar de ahí. Por el contrario, Hoodie no podía sentir más dulzura en lo profundo de su corazón tras admirar los almendrados ojos de su amada , donde empezaban a caer desesperadas lágrimas.
________ rompió en llanto, golpeando el huesudo cuerpo de su secuestrador a la misma vez que suplicaba por , al menos , un poco de espacio personal.
El castaño poco entendía que sucedía y , en vez de separarla para que tomase aire , luchaba contra ella para abrazarla con más fuerza con el pensamiento de poder calmarla de esa manera.

----¿Es porque la comida que te he traído no te gustaba? No lo comprendo , ¿Qué diablos he hecho mal?

Cuestionó Hoodie confundido. Al entrar a la habitación con la mejor intención de todas y , por supuesto , acompañado de aquel plato que solía comer él apesar de ser un espíritu (lo hacía para sentirse más humano) , ella gritó con cobardía, tirando el plato al suelo en gesto de rechazo. Desde ahí , había intentado calmarla con abrazos...Ahora su piel estaba marcada con mordiscos y , quizás , alguna que otra marca de una uña.
No sabía que hacer con ella , y es por ese motivo que , sin querer , le dio un empujón que le hizo aterrizar en el suelo. Él estaba nervioso , y se podía reflejar en el cierto temblor que soportaban sus manos.
Ella sólo le miró aterrada, manteniendo el silencio por primera vez. No deseaba jugar con fuego a consecuencia de la adrenalina que corría por sus venas.

_______ tragó saliva angustiada , intentando analizar la sensación que estaba viviendo en esos momentos. En lo más profundo de su ser , deseaba que fuera un sueño...Más bien , una pesadilla.
Hoodie se acercó a ella ligeramente , extendiendo sus brazos para aferrarse a los de ella. De esta manera , la levantó mientras las piernas de ella fallaban puesto que el pánico controlaba tanto su mente como su cuerpo.
El castaño sentó a su amada sobre la cama , cuando el único sonido era la transpiración de ella y sus latidos. Finalmente , le regaló una diminuta sonrisa.

----Perdón por aquello... Mi intención no era lastimarte, te traeré un poco de agua para quitarte el resto de sangre en tu hermoso rostro.

Le dijo Hoodie contento de alegría, puesto que siempre deseó decirle lo hermosa que era. En cambio , ella sólo evitaba el contacto visual, pues que alguien que la había secuestrado le dijese lo hermoso que era...No era agradable , nada agradable.

15 minutos después.

Hoodie volvió a su habitación , sosteniendo entre sus brazos un cubo de agua limpia con un pequeño trapo. Abrió la puerta del cuarto con la llave oxidada y...Ahí se encontraba todavía , sentada sobre las anticuadas sábanas de tela que no cambió desde su estancia en aquella diminuta casa forestal.
La saludó mostrándole sus amarillentos dientes en una sonrisa con unos entrecerrandos ojos almendrados. Ella desvío la mirada , algo asqueada por aquel acto.

----Lamento la espera , espero que sepas que es un poco difícil traer un cubo lleno de agua evitando a todos...mis amigos.

Explicó acortando la distancia entre ambos cuerpos. Dejó el cubo de agua junto a la cama y , posteriormente, dejó la única pistola que llevaba consigo sobre la mesita de mesa.
Hoodie apenas llevaba pistolas , es más , nunca lo hacía. Estaba acostumbrado a que Masky llevará ese tipo de armas , mientras que él se encargaba de tipos de armas como bates de metal y demás. Su fiel amiga , el feliz fierro que podría golpear a cien mil parejas antes de conocer a ________. No obstante , ese día era una ocasión especial. Debía proteger a su amada hasta en la distancia , y si para eso debía portar un arma...Lo portaría.

Se agachó unos segundos para mojar el paño en el refrescante agua. No era de muy buena calidad , pero al menos ella no debía beber de ella. Se aseguró que el paño estuviera bien mojado para ella , mirándola fijamente asegurando el que está no tocará nada.
Se levantó y , con delicadeza , comenzó a pasar el paño sobre el suave rostro de su amada.

----Está demasiado empapada...

Comentó ________ cerrando sus ojos con fuerza debido a la molestia que le causaba aquella sensación.
Hoodie se disculpó con una tímida sonrisa , se volvió a agachar y comenzó a exprimir el agua que contenía el paño. El agua empezó a caer como si de lágrimas se tratasen , como si fueran gotas de la lluvia. Levantó su cabeza de nuevo para observar a la castaña , y allí estaba de nuevo: Quieta , sin hacer ningún movimiento...Y con una pistola en sus manos.

"Trick". Sonó el seguro de aquella arma, apuntando a la frente del castaño. Una pícara sonrisa se dibujó en el rostro de la adolescente , pues pronto llegaría a casa con su familia.

Si no quieres enfrentarte a la muerte , siempre puedes cortar los brazos que te sostienen.