Astrid: No me sorprende, que hayas asustado a la pobre niña.

-Por mucho que ladres no llegaras a morderme.

Astrid:Ahora me sería muy fácil, quitarte el bastón y tú solito te caes.

La sonrió y sigo el camino a su choza, Astrid no me siguió, bueno lo hizo, pero con su mirada. Iendo a su choza me fije en que están montando los barcos y he visto a algunos entrenando.

Llegue a la entrada de la choza, me lamo el labio y llamo a la puerta, me siento como nervioso; yo Ivar el deshuesado está nervioso, la puerta se abre pero no es ella si no una regordeta mujer ya mayor.

Se quedo muda al verme, me hice a un lado y entré en la choza mirando a todos lados, la mujer me pregunto que quería, yo simplemente quiero hablar con la cristiana, ayer no pudimos hablar del todo.

-¿Sabe dónde se encuentra?.

-¿Quién?.

Laura:¿Estás segura?.

Aila-Lo vi con mis propios ojos.

Laura: Ven, vamos a mi cuarto.

Reconocería en cualquier parte esas voces femeninas, miro a la mujer y sigo sus voces, iba a interrumpirlas. Pero su conversación me llama mucho la atención, me escondo para poder eschucharlas.

Aila-Yo que confíe en él...ya veo cuánto me quiere.

Laura: Aila.

Aila: Es un cabronazo.

Laura: Aila, cálmate.

Aila: Qué fácil lo ves.

Laura:¿ Cómo que lo veo "fácil"?.

Quería entrar en aquella habitación donde cuchichean las dos gallinitas y hablarle muy clarito a Aila, pero desde a fuera se empezaron a escuchar tambores acompañados de lo que parecen gritos. Salgo primero de la choza me alejo de allí todo lo que puedo, para que ninguna de las gallinitas se den cuenta de que estuve dentro escuchándolas.

Había un gran circulo en medio de toda la aldea que va acompañado de unos hombres tocando unos tambores. Me acerco con lentitud, voy adentrándome en la multitud, cuándo me ven se echan a un lado y cuándo llego para ver el espectáculo; tirado de rodillas en el barro se encuentra el mensajero de Lagertha que ya se le ha dado "la bienvenida". Levanta la mano con la que sujeto mi bastón y todos se quedan callados, me voy hacia él hombre y me agacho para quedarme a su altura sonriendo.

-¿Ha qué debemos está "visita"?.

Aquel me miro como pudo y se derrumbo, no deje de sonreír como un enano, Harald se acerco tenía algo importante que contarme.















                                                                                Kateggat

                                                                                    Bjorm

-¿Cómo se encuentra?.

-Hacemos todo lo que podemos.

-Lo se, pero necesito que viva.

Lagertha: Sabes que no podrá venir, no se pondrá bien a tiempo.

No la hice caso me hice el sordo, la di a las mujeres toda la comida que me había dedicado está mañana a cazar y también las di unas pieles; les doy la mejor ya que de ellas depende la vida de mi único amigo y segundo padre.

Amor vikingoDär berättelser lever. Upptäck nu