El brasileño y el peruano se miraron mutuamente de una manera muy tierna.
—Uff, que asco me dan.—Dijo el mexicano mientras ponía mala cara.
En eso llegó el ruso a la escena, un tanto preocupado.
—¿México?¿Puedo hablar contigo por un momento?—Preguntó Rusia.
—No, fíjate que me descubrieron una alergia a los europeos así que no te puedes acercar a mí.—Dijo México algo enojado.
—Pero soy mitad asiático....— Mencionó el ruso.
—También soy alérgico a los asiáticos así que mejor me largo.—Respondió el mexicano mientras se levantaba de su toalla de manera rápida y echando humo por la cabeza se dirigió al mar.
Rusia miró confundido a los latinos restantes.
—Está mintiendo.—Dijo Perú.
—Yo hablaría con él.— Sugirió Brasil.
Rusia se dirigió al mar corriendo, alcanzando al mexicano antes de que este se metiera al agua.
—¿Hice algo mal?—Preguntó el ruso.
—No nada.—Dijo México de manera sarcástica.—Solo vete con tu novio ese.—Dijo el mexicano enojado.
—¿Qué novio?—Preguntó Rusia.
México apuntó con el dedo al Sirio que se estaba aplicando bloqueador.
— México no..—Dijo Rusia antes de ser interrumpido por el pequeño latino.
—Mejor ahórrate tu explicación de mierda y déjame solo.—Dijo el mexicano mientras volvía corriendo con los otros dos latinos.
Así transcurrió la tarde en la playa, con un ambiente de total incomodidad.
Rusia buscaba al latino con la mirada y cuando su mirada chocaba con la de este, el más bajo simplemente corría la mirada de manera algo airada.
El ruso simplemente no podía comprender que había hecho mal.
Siria trataba de subirle el ánimo al euro asiático, sin muchos resultados, ya que este no podía sacarse al mexicano y su extraña actitud de su cabeza.
Cuando el cielo se empezó a oscurecer, los latinos decidieron entrar al hotel.
Ese día no había ni una fiesta, y como el mexicano se veía bastante decaído, el brasileño decidió dejar a los dos amigos solos , dejándoles a penas entraron al lobby, aunque claro, no sin antes despedirse de ese peruano que le atraía.
Perú le ofreció a su triste amigo que al volver a la habitación ambos pudieran tener una noche de Netflix, tal vez podían ver la tercera temporada de Stranger things u otra cosa, y aparte pedir comida a la habitación pero desgraciadamente el mexicano solo quería llegar a encerrarse en el baño y llorar.
En eso, ambos latinos se detienen en seco al escuchar un fuerte grito.
—México!!!—Gritó el argentino furioso.
Ambos latinos se dieron vuelta encontrándose con Argentina entrando al hotel muy enojado mientras cargaba las pertenencias, exámenes y radiografías del chileno y más atrás se encontraba el amigo restante, caminando con un poco de dificultad por el yeso que traía en su pierna.
—Quiero una explicación!!—Le gritó Argentina furioso al mexicano.
—Ya te dije que fue lo qué pasó!—Dijo Chile.
—Tú solo lo estás encubriendo porque es tu ex!—Reclamó el argentino.
—Como si fuera tan buena persona.—Respondió el chileno.
—¿Qué pasó?—Preguntó Perú.
—Quiero saber porqué este imbécil mexicano abandonó a Chile en la competencia!—Respondió Argentina sin poder ocultar su enojo.
El mexicano le iba a explicar la amenaza de Usa, pero estaba tan molesto ese día que optó por contestar otra cosa de manera muy grosera.
—Supéralo de una vez!—Le contestó el mexicano al argentino mientras gritaba.
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Codicioso
Historical FictionÉl ya había perdido por completo la fé en el amor, ya no se esperaba nada de nadie, pero gracias a unas bien merecidas vacaciones junto a sus amigos conocerá a alguien que por nada del mundo querrá perder jamás. Intimidado por esa presencia tan eleg...
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