VI

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Haruka nunca había pasado horas tan angustiosas, ya tenía dos horas esperando por una noticia que tranquilizara su atribulada mente pero eso no sucedía, contarle a los Tachibana que habían tenido que operar a Makoto de emergencia fue muy angustiante y sentir la preocupación de ellos por no poder llegar de inmediato sólo aumentó esa sensación. Habían pasado ya casi cuatro horas desde que la enfermera le había dado la noticia cuando vio salir al médico tratante mirándolo en reconocimiento, Haruka se levantó de inmediato a preguntar por su estado.

― La operación salió bien, extraímos el bazo pero tuvimos que  hacer transfusiones de sangre, la hemorragia era más grande de lo esperado pero la pudimos controlar antes de que fuese muy tarde..

―  ¿Lo puedo ver?  ― preguntó Haruka sintiendo un nudo en su garganta y el miedo oprimiéndole las costillas, no tenía idea de como era que se mantenía en pie.

― Por ahora sigue inconsciente por el efecto de la anestesia así que permanecerá en la sala de emergencia, en cuanto se estabilice se trasladara a piso y ahí podrá verlo.  ― Hay ciertos cuidados que deberá tener a partir de ahora, le administraremos antibióticos pues cualquier infección que contraiga podría ser fatal dada la naturaleza de la extirpación y más adelante deberá cuidarse de infecciones graves que podrían tener el mismo resultado, para ello lo prepararemos administrando también unas vacunas. 

Después de decirle todo eso el médico se despidió dejando a Haruka sólo con sus pensamientos, Makoto iba a tener que cuidarse el resto de su vida y todo era su culpa.
...

Para cuando los Tachibana llegaron al hospital ya le habían informado que Makoto había recuperado la conciencia pero que aún no iba a ser trasladado a una habitación.

― Hijo ― lo saludaron los padres de Makoto lo que le hizo sentir un mayor remordimiento, siempre se sintió bienvenido por los Tachibana y en cuanto formalizaron su relación no dudaron en tratarlo como un hijo más ― Nos disculpamos por llegar tan tarde, no debió ser fácil para ti pasar por todo esto sólo ― lo confortó el Señor Tachibana mientras colocaba una mano en su hombro.

Los abrazos y palabras llenas de calidez que le dieron no concordaban para nada con la imagen que se había formado en su cabeza, quería que le gritaran, que le preguntaran porque había dejado que Makoto saliera tan entrada la noche pero eso por supuesto no pasó.

― Luces muy cansado ¿has dormido algo? ― preguntó la madre de Makoto mientras los tres se sentaban en las sillas de la sala de espera, a lo que Haruka sólo negó con un movimiento de cabeza.

― Deberías tomarte un descanso nosotros estaremos al pendiente.

― No, está bien, no me siento cansado ― mintió. No había dormido en toda la noche y ni siquiera había desayunado, pero no tenía apetito y lo de no dormir ya se le había hecho costumbre; su agotamiento era más mental que físico, los padres de Makoto se miraron cómplices pero no insistieron más.

― Familiares de Tachibana Makoto ― volvieron  a preguntar a lo que los tres se levantaron de inmediato.

― Ya Tachibana Makoto fue trasladado a una habitación, pueden pasar a verlo pero no pueden entrar más de dos personas a la vez. Haruka de inmediato les cedió el turno a los padres de Makoto pero estos negaron  ― Estoy muy seguro de que preferirá verte a ti primero.

― Pero... ― insistió Haruka no sintiéndose preparado para ver a Makoto sabiendo que seguramente no lo quería ver después de lo que le había confesado, para Haru eso era obvio, si por eso mismo es que se había ido del apartamento y había tenido el accidente.

― Ve ― insistieron ― seguro has estado muy ansioso queriendo verlo, nosotros pasaremos después.

Haruka no pudo seguir negándose así que fue tras la enfermera. El pasillo de un blanco inmaculado se le hizo eterno mientras el nerviosismo se volvía a apoderar de él, estuvo muy tentado en huir al baño pero continuó detrás de la chica.

Deseo culpableDonde viven las historias. Descúbrelo ahora