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Las manos le temblaban mientras  bajaba por las escaleras sujetando con fuerza las llaves del carro, ni siquiera sabía hacia donde dirigirse, sólo quería alejarse un momento de Haruka ¿acaso lo que tenían no había sido suficiente para él? Se sintió un completo idiota al recordar cuando le dio el anillo; algo en lo que se había tomado el tiempo para planificar. Abrió la puerta del vehículo y se sentó en el asiento del conductor para luego posar su frente en el volante y dejar que las lágrimas siguieran corriendo por sus mejillas, aún no podía creer lo que Haruka le había confesado, jamás se imaginó que le sería infiel, que aquel niño que le había tendido la mano para ayudarlo a levantarse hace tiempo atrás lo fuese a derribar ahora con tanta fuerza, toda su vida había adorado a Haruka y ahora sentía mucha decepción. La distancia entre ellos se había vuelto un problema y ciertamente a veces discutían por ello, pero ese hecho era parte de la carrera de Haruka y confiaba ciegamente en él o al menos antes lo hacia.

Irguió su cara y pisó el acelerador para perderse un rato por las calles de Tokio, quería despejar su mente un rato, pero seguía repitiendo en su mente las palabras dichas por Haruka y aunque quisiera no podía concentrarse en la vía frente a él. 

...

Haruka permanecía acurrucado en el mueble sin intención alguna de levantarse de allí mientas distraídamente giraba el anillo en su mano, solo quería que Makoto llegara y hablaran con más calma, había arruinado su relación de la peor manera y no sabía como podría solucionarlo pero seguiría rogando por el perdón de Makoto, lo que no sabía era lo que el castaño quería  ¿terminaría su relación? 
 ¿Su amistad también? Sentía un vacío en el pecho sólo de pensarlo, no concebía su vida sin su presencia constante, jamás iba a perdonarse haberle sido infiel sólo por ceder a una atracción, a un deseo que ahora lo consumía con la culpa.

Se sentía nervioso mientras esperaba a que  Makoto llegara, no creía poder dormir hasta verlo nuevo. ¿Y si se había ido a un hotel y después simplemente venía a buscar sus cosas? No lo quería ni pensar, pero entonces  ¿a donde había ido?. 

...

Se despertó aturdido y de golpe sin creer que se hubiese quedado dormido aunque supuso que era por el cúmulo de emociones vividas, sintió que las lágrimas se le habían secado en sus mejillas pero no fue a lavarse, sólo corrió a su cuarto con la esperanza arraigada en su pecho pero pronto sintió de regreso el nudo en su garganta al ver que estaba vacío. Corrió las cortinas y vio el cielo aún oscuro lo que lo tranquilizó solo un poco, aunque al ver la hora y darse cuenta de que era cerca de las dos de la mañana su calma se esfumó  ¿en donde estaba Makoto?.

Sintió un ruido que provenía de la sala y corrió con emoción hacia allá pero no era su pareja, después de escucharlo nuevamente se dio cuenta de que era su celular sobre la mesa lo que sonaba por el sonido de vibración contra la madera y supuso que eso era lo que lo había levantado en primer lugar. Fue a contestar sintiendo su corazón latir acelerado pues creía que era el castaño quien llamaba, pero al ver la pantalla se dio cuenta de que esta provenía de un número desconocido pero aún así contestó.

―  ¿Hola? ― contestó Haruka con duda.

―  ¿Es usted Nanase Haruka?. Haruka respondió afirmativamente sintiendo su corazón desbocado por la pregunta (a su parecer extraña)  de la mujer en la otra línea.

―  Tachibana Makoto  lo tiene registrado como contacto de emergencia. Haruka sintió que sus rodillas cedían así que dejó que su cuerpo cayera en uno de los sillones mientras sentía su boca seca y percibía sus manos se ponían frías y que su respiración se cortaba, estaba asustado como nunca en su vida.

―  ¿Que le pasó?. ― preguntó temeroso de la respuesta sintiendo que sus ojos picaban.

― Tuvo un accidente automovilístico y en estos momentos se encuentra estable pero siguen evaluando su condición. La mujer le dio las indicaciones del hospital en el que se encontraba y colgó el teléfono dejando a Haruka solo lidiando  con su sentir.

Con las manos temblorosas contactó un taxi que lo viniera a buscar y fue al cuarto a buscar su bolso, dinero en efectivo, tarjeta de débito, sus llaves y cuando tuvo todo listo corrió hacia la puerta y bajó por las escaleras a esperar a que llegara por él. La espera lo puso impaciente, sentía una subida de adrenalina al querer llegar rápido al hospital. Le habían dicho que Makoto estaba estable pero aún así se sentía muy intranquilo.

Después del recorrido en taxi llegó al hospital sintiendo en sus fosas nasales el característico olor de cloro y desinfectante apenas traspasó las puertas. Con un vistazo rápido al ajetreo del lugar ubicó la recepción y hasta allí se dirigió para solicitar información del estado de Makoto, la mujer revolvió unos papeles y le confirmó lo que le habían dicho por teléfono; que estaba estable y que informarían al médico que lo estaba tratando de que había llegado un familiar y que pronto la daría mayor información de su estado, le entregó los efectos personales que llevaba Makoto cuando ocurrió el accidente, su teléfono, billetera, el anillo y le dijo además que el vehículo había sido retenido por tránsito  pero eso era lo que menos le importaba. La chica le instó a sentarse en la sala de espera y eso hizo después de terminar de escucharla. Se sentó y guardó lo que le habían entregado, pero no podía estar quieto en la silla así que movía las piernas constantemente. Se levantó y fijó su mirada por el pasillo y en la puerta donde se leía el letrero "Emergencia" donde supuso lo estaban atendiendo y se concentró en observar las idas y venidas de los médicos y enfermeras así como de los camilleros. Después de una hora que se le hizo eterna un hombre de cabello castaño oscuro e incipientes canas y con apariencia de tener 40 años, salió por el pasillo y preguntó por los familiares de Tachibana Makoto. Con el corazón queriendo salir de su pecho y sintiendo las piernas temblorosas, se acercó donde el médico esperaba por una respuesta y le informó que era su pareja, a lo que el hombre sólo asintió.

― Tachibana Makoto sufrió un accidente de tránsito y llegó inconsciente, pero hace poco recuperó la conciencia,  vamos a hacerle unos exámenes médicos para verificar que todo este en orden, pero no se preocupe, está estable, cualquier cambio en su condición se lo haré saber ― informó para luego retirarse e irse hacia otro de los pasillos.

Haruka suspiró algo aliviado y se sentó nuevamente en la sala de espera y ya teniendo información más clara tomó su teléfono y a pesar de lo tarde que era llamó a la mamá de Makoto. Hablar con ella fue terrible y más cuando escuchaba a medias la conversación que estaba teniendo con su esposo y notaba lo nerviosos y preocupados que estaban. Haruka les comunicó lo que el médico le había dicho y mostraron el deseo de ir de inmediato a Tokio aunque sabían que eso no sería posible si no hasta el día siguiente, en cuanto finalizó la llamada le escribió a Rin y le pidió por favor que le dijera al resto de los chicos pues no creía tener el valor suficiente para avisarles de uno en uno.

Rin contestó casi de inmediato pero no tuvo tiempo de responder pues vio nuevamente al médico que sabía estaba atendiendo a Makoto entrar nuevamente a  la sala de emergencia  con paso presuroso lo que lo asustó aun más e hizo que su corazón latiera acelerado y comenzara a sentir un frío en las extremidades que nada tenían que ver con el clima.

Volvió a caminar con impaciencia mientras miraba a la mujer de la recepción con intención, para que por favor le diera algo de información sobre lo que pasaba o aclarara sus deudas pero eso no sucedió, en cambio salió una enfermera a preguntar nuevamente por el familiar de Tachibana Makoto, cuando Haruka escuchó  ese llamado se acercó a ella y confirmó todos sus temores.

― Tachibana Makoto sufrió un desmayo mientras le realizábamos unos exámenes, se le realizó una tomografía y pudimos ver que hay una hemorragia interna y en estos momentos está siendo operado de urgencia, en cuanto salga de la operación se le avisará ― le informó rápidamente para luego volver a urgencias dejando a Haruka con el temor erizando su piel y un vacío terrible en el pecho que lo hizo sentir  náuseas ... Las palabras hemorragia interna y operación de emergencia se repetían en su mente una y otra vez, no debió haber dejado que Makoto se fuera así, tenía que haberlo obligado a quedarse y que se desahogara, que le gritara si eso era lo que quería pero Makoto era demasiado bueno para hacer eso, jamás iba a perdonarse si le pasaba algo, jamás iba a perdonarse que por su culpa hubiese tenido un accidente. Que le iba a decir a los Tachibana ya cuando había hablado con ellos y les había informado que no era algo grave, no sabía que hacer, estaba sólo y asustado con el cúmulo de emociones que estaba sintiendo, era un manojo de nervios, ansiedad y culpa; sobre todo culpa.

N/A
Disculpen que los deje con la intriga.

Deseo culpableDonde viven las historias. Descúbrelo ahora