34 Siempre en mi mente

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Eran cerca de las 9 de la mañana cuando desperté en la cama de Tom. Y pude sentirlo a él a alrededor de mi cuerpo. Sus brazos me rodeaban y respiraba en la parte más alta de pelo. Su cama olía a él y era un olor maravilloso. Di un vistazo rápido a la habitación y todo me pareció ordenado y limpio. Poco a poco me deshice de su abrazo y entré en el baño, tenía que hacer pis.

Al salir recogí su camiseta azul de mangas largas y me la puse por encima. Coloqué mis bragas y mi sujetador de ayer. Salí de la habitación y me encamine a la cocina. Tenía intenciones de preparar el desayuno para los dos y me puse a ello.

—Buenos días—Me sobresalté y se me cayó la sartén de las manos; resonó en toda la estancia. Levante mí mirada a la mujer que me estaba saludando —Lo siento, no pretendí asustarla. Mi nombre es Anne y trabajo para el señor Hiddleston.

—Buenos días, soy Kelly—Correspondí el saludo, recogiendo la sartén, me sentía fatal porque de cintura para abajo no tenía ropa, pero estaba detrás de la encimera de la cocina, así que, en teoría no se veía nada.—Iba a preparar el desayuno.

—Ya está listo— Dijo ella señalando la mesa y sonriendo, yo me sonrojé, avergonzada.

—Buenos días, Anne—Oí la voz de Tom en la estancia y me sonrojé mucho más.

—Si me necesitan estaré arriba—Dijo Anne saliendo de la estancia.

—Buenos días, cielo—Yo lo miraba sin saber que hacer—¿Por qué estas tan avergonzada?

¿Cómo sabia que lo estaba?

—Se nota que estas incomoda, tus mejillas teñidas de rosa me dan la razón—Continuó explicándose—Ven aquí—Hizo un gesto con su mano para que me acercara y una vez que lo hice me acunó entre sus brazos—¿Estás bien? Oí un ruido—Yo asentí, mirándolo a los ojos, me dio un beso en la punta de la nariz.

—Quería... preparar el desayuno, pero Anne ya lo tenía preparado y me asusté al oírla en la cocina y se me cayó la satén al suelo. Lo siento.

—No te disculpes, cariño—Pasó una mano por mi pelo y eso me tranquilizo, me encantaba que me tratara como si fuese de cristal, podía sentir todo su amor—Debería haberte dicho que Anne preparaba el desayuno por las mañanas. Ven, vamos a desayunar— Le di un beso en los labios y le sonreí.

Después de una delicioso yogur estilo griego y una enorme taza de café... Terminamos recogiendo la mesa y guardando los platos en el lavavajillas. Subimos a la habitación y todo estaba recogido. Supongo que Anne pasó por aquí.

—Te queda mucho mejor a ti que a mi—Susurro desde la entrada de su habitación,no sabia a que se referia, asi que lo mire con curiosidad e intriga a la vez—Ahora será una de mis favoritas—Dijo dándole un leve tirón a su camiseta de algodón azul de mangas largas—Dúchate conmigo— Pidió el mientras me abrazaba. Pero yo sabía que no era solo una simple ducha.

—Solo si prometes que será deliciosamente intenso— Él asintió mordiéndose el labio inferior y nos miramos con intensidad.

Entramos en el baño con nuestras bocas y nuestros besos perdidos los unos en los otros.


Después de una profunda e intensa sesión de sexo matutino, me tuve que conformar con ponerme el mismo vestido que lleve ayer.

—Deberíamos pasar por tu casa y traer aquí un poco de tu ropa—Sugirió Tom secándose el pelo con una toalla blanca, yo la mire extrañada.

—Espera... ¿Estas sugiriendo que me venga a vivir contigo?—Pregunté bastante fura de lugar y él me miraba como si todo fuera tan evidente—No nos conocemos tanto como para venir a vivir.

Always in my mind- Siempre en mi mente 1/3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora