5. Vida en España

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—Tranquila, mañana por la mañana sabrás quien soy. De momento seré Tom, él que te rompió el móvil y te atropelló con esto—Soltó haciendo un gesto a su cuerpo, lo cual me hizo reír.

—Me gustaría saber un par de cosas de ti, antes de empezar con mi aburrido relato—Él sonrió y asintió—. ¿Tienes padres Tom?

—Sí, como todo el mundo—Dijo sonriendo alegremente.

—Yo también tuve un padre una vez, murió cuando yo tenía 16 años—Y se puso serio.

—Siento tu pérdida—Era lo típicamente educado que se decía en estas circunstancias, no esperaba menos. —Pero te quedará tu madre—Negué con la cabeza.

—Me crié con mi abuela hasta los 7 años, conocí a mi madre con 13 años y me fuí a vivir con ella a los 14 años a punto de cumplir 15 años. Fue la peor  decisión que pude tomar en mi vida.

—¿Por qué dices eso?

—Porque jamás me dejó conocerla como madre, siempre la conocí como mujer. Para resumírtelo todo. Prefirió mil veces a su nuevo marido por encima de mi hermano y por encima de mí, jamás nos dio nuestro lugar... Con lo cual su nuevo marido hizo con nosotros lo que le dio la gana—Su cara era un poema, estaba entre incrédulo y sorprendido. —No todos hemos tenido una vida perfecta.

—Si te duele o te hace daño, podemos dejar de hablar de esto— Yo me reí.

—Estoy bien créeme. Con 18 años conocí al que ahora es mi marido, de novios todo era maravilloso, con 25 años me casé y nos iba realmente bien. Hasta que hace 6 meses lo encontré en la cama con otra mujer—Solté amargamente y aparte mi mirada al horizonte más haya de la ventana—. Después de eso nada volvió a ser igual, pero hace 2 meses la empresa en la que trabaja, le dio la oportunidad de venir aquí. Me juro que todo sería un nuevo comienzo y que todo iría de maravilla.

—¿Dónde está él ahora?—Inquirió levantando una ceja, estaba intrigado por mi historia.

—En España, más concretamente en Madrid. "Supuestamente" está arreglando unos papeles de su traslado que la empresa había perdido.

—¿Por qué dices "supuestamente"?—He hizo el gesto de las comillas a lo que yo me reí y él también sonrió.

—Si me preguntas a mí, creo que esta con su amante. Me juró que jamás la volvería a ver, pero no me lo termino de creer del todo...

—Es normal que no le creas ¿pero no te has planteado el divorcio?

—Sí, me lo he planteado—. Mi respuesta fue seca y él supo que no tenía que indagar más en el tema. —Ayer por la noche, se me cayó el teléfono de la mano, porque estaba hablando con mi mejor amiga, hasta que alguien me atropelló y me hizo pedazos el móvil—. Lo señalé a todo él y nos reímos los dos.

—Lamento mucho todo por lo que estas pasando. ¿Puedo hacerte varias preguntas?—Vi la intriga en sus ojos y no me pude resistir.

—Siempre y cuando no sea del porque no me he divorciado aún, te responderé a todo—. Me llevé una galleta a la boca.

—¿Quieres que pida algo más? ¿Algo de comida?—Yo negué con la cabeza y vi que eran las seis de la tarde, el sitio donde estábamos, seguía vacío a excepción de nosotros dos—. ¿Cuándo te mudaste aquí?

—Hace una semana.

—¿Tienes amigos?

—Sí, pero aquí en Londres no—Él acerco su mano a la mía y puso su palma encima de la mía, las chispas y la energía inexplicable volvieron, solté un suspiro y lo miré a los ojos.

—Ya tienes uno—Dijo él mientras pasaba la lengua por sus labios, bajó la mirada y apartó su mano, yo sonreí incrédulamente.

—Ni siquiera te conozco y no me quieres decir quién eres...—Puse los ojos en blanco.

—No te he mentido, te he dicho que soy Tom—Yo sonreí.

—Buscaré sobre ti en internet.

—Mal asunto... internet miente más que habla y muchas de las cosas que salen allí no son verdad igual que en los medios de comunicación.

—Entonces ¿Cómo podre saber la verdad?

—Pregúntame a mí—Dijo él señalándose y sonriendo.

—Ni siquiera sé si volveré a verte.

—¡Vaya! Yo creía que los amigos salían de vez en cuando—Ahora la que se reía era yo, ante su cara de fingida ofensa.— Volveremos a vernos— Dijo él casi como un juramento secreto.

—He de suponer que no te quedas en este hotel como huésped.

—¡Oh! No, no... vivo al otro lado del parque donde tuvimos nuestro accidente—Sonrió recordando la noche de ayer.

Era todo muy extraño, hablando con él todo era muy fácil, me daba la sensación de que no me juzgaba y eso realmente me hacía sentir en paz. Me quedé en silencio unos minutos, él miraba a través de la ventana y algo llamó su atención.

Le hizo gesto al personal que estaba cerca.

—Buenas tarde señor ¿En qué puedo ayudarle?—Preguntó un hombre alto y entrando en los cincuenta años si no eran más.

—¿Podría por favor decirle a Jack que me iré dentro de una hora? No me gustaría que hubieran fotógrafos en la puerta y...— Me miró lo cual hizo que le devolviera la mirada— ¿Quieres algo? Pide lo que quieras.

—Una botella de agua con gas.

—Que sean dos, James. Muchas gracias—Y el hombre se retiró de nuestra mesa.

—¿Cómo sabias que hay prensa fuera del hotel?—Pregunté mirando por la ventana y viendo como el sol estaba bajando su intensidad.

—Acabo de ver una cámara de televisión al otro lado de la calle. Creo que se dirigen aquí. No me importa que me vean salir de aquí... pero ¿tú podrías soportar verte en la prensa?—Negué con la cabeza.

—Para mí, hoy solo eres Tom. No me importa ni lo famoso que seas, ni lo que hayas hecho.

—Eso ha sido muy bonito, realmente lo aprecio viniendo de ti—Ese comentario hizo que me sonrojara, pero yo también era hábil con la palabra.

—Bueno—Dije mirando el reloj— Tenemos aún una hora más, podrías contarme algo sobre ti, yo ya estoy cansada de hablar de mí.

James volvió con los dos envases de agua con gas y nos lo sirvió en dos copas finas que eran para el agua y dejo el resto en la botella. Los dos le dimos las gracias.

—Estoy esperando—Mencioné mientras él sonreía.

Always in my mind- Siempre en mi mente 1/3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora