El Fatum o destino es aquel que guía nuestras vidas hacia un fin escogido.
Según las leyendas más antiguas, cada alma está predestinada a otra desde su creación, siglo tras siglo, milenio tras milenio. Algunas tardan mucho en encontrarse, otras lo...
Aclaro, las palabras en negrita se supone son palabras que Kellan ha tachado en su diario, lamentablemente, Wattpad no tiene la misma opción que Word, por lo que para poder darle sentido al texto lo he puesto en negrita.
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15 de junio de 1840
Cinco días.
Han pasado cinco días del ciclo de mi hembra compañera y estoy agotado.
He cumplido al pie de la letra con todo lo que un compañero debe hacer por su amada la hembra en celo, pero, Marya es insaciable.
Cristo, jamás imaginé que una mujer tuviera semejante apetito sexual. No me quejo, sólo estoy sorprendido; agotado, sí, pero también muy complacido. Mi hembra Marya es increíble una caja de sorpresas.
Hemos hecho el amor tenido sexo en casi todas las superficies de la casa. Su olor es tan hipnotizante, tentador y atrayente, que no puedo evitar saltar sobre ella cada vez que la huelo siento o veo. Y ella es igual, la tímida y recatada compañera se ha ido y a cambio, el celo me ha entregado una mujer muy sensual, sexual, directa, coqueta, seductora y pasional. Sus gemidos se han quedado grabados en mi mente, para siempre. La forma en la que susurra mi nombre cuando se corre, la curva de su espalda cuando reclamo sus pechos llenos y provocativos, como se eriza su piel y se estremece cada vez que entro en ella. Su olor mezclado con el mío, el sudor que cubre su piel, el tono oscuro que adquieren cuando la ciega la pasión, las curvas de su cuerpo, la suavidad de su piel, sus carnosos y sensuales labios, el pulso errático en su cuello, su cabello extendido en mis sabanas...
Casi la marco y me vinculo totalmente a ella.
Mía, mía, mía. Marya es mía.
La intensidad de su celo me ha nublado la razón, estoy en un estado semi salvaje al igual que mi lobo; ese hijo de puta se ha vuelto adicto a ella.
Y yo también
No puedo concentrarme, no puedo dejar de pensar en ella, la busco en todas partes, la huelo, la deseo, la siento, la percibo, estoy intranquilo si no la tengo a mi lado, si no siento su piel...
Maldito celo. Me hace perder la cordura.
No es el celo, es Marya, ella es mía, sólo mía, de nadie más.
Hace tres días casi me abalanzó y desgarro la garganta de mi padre cuando se presentó en mi casa para reportarme los últimos acontecimientos con respecto a los ataques en las manadas. Me sorprendí y él también. Un macho que aún no se ha vinculado no suele ser tan posesivo con su compañera, pero mi lobo parece estar demasiado sobre Marya, y, apenas sintió el olor de otro macho que posiblemente pudiera ser tentado por el olor de su loba, quiso salir y acabar con el bastardo. Sólo que ese bastardo es mi padre, un macho vinculado y el cual no se ve afectado por el olor ni por el celo de otra hembra.
Pero mi lobo olvidó eso, simplemente percibió a un macho y sintió la amenaza para él y su amada loba hembra compañera.
Papá se fue preocupado, me aseguró que no volvería a presentarse hasta que el ciclo no se acabara. Lo cual tomaría dos días más, ese plazo se cumple hoy.
Hoy es el quinto día del ciclo y posiblemente el ultimo, sin embargo, a pesar de que el efecto del celo de Marya debe estar desapareciendo de mi sistema y mi lado salvaje debería retroceder...
Me encuentro aquí, en la puerta de mi casa, a punto de transformarme y acabar con el hijo de puta que ose acercarse a mi hembra compañera que descansa en mi cuarto. Porque allí es donde mi lobo y yo la queremos, ahora y siempre.
