Recordándote [Nathanette] [Terminada] [En Edición].

Capítulo 2 ¿Que Siento Por Ti?

Narra Adrien.

No podía dejar de pensar en Marinette, sobre todo después de que supe que ella era Ladybug, la chica de la que estaba profundamente enamorado.

Había tratado de comunicarme con ella pero terminaba poniéndome nervioso y arrepintiendome, después de todo había actuado como un idiota la última vez que ella me dirigió la palabra.

Estaba tan distraído que no me percaté de que la limusina se detuvo frente a la escuela si no hasta que Nino me saludo por la ventana.

—¡Hey viejo! ¿Vas a quedarte allí todo el día?.

—Perdón es que estaba pensando en algo.—Dije bajandome y cerrando la puerta detrás de mi.

—Créeme que lo noté amigo, te quedaste un buen rato viendo el infinito.

—¿Crees en el dicho nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde?.

—Pues yo creo que esas cosas las dicen por algo ¿Que perdiste?.

—Nada, sólo era curiosidad.

—Oye viejo sabes que puedes contarme lo que sea ¿cierto?.

—Si, lo sé Nino, pero en realidad no es nada.

—De acuerdo.—Respondió él, alargando las palabras y observandome como si fuera un ser extraño de otro planeta- ¿Entramos?.

—Si, vamos.

Las horas transcurrieron con normalidad aunque no podía quitar mi mirada de Marinette y tampoco podía dejar de notar lo feliz que parecía con Nathaniel, ojala fuera yo el que estuviera con ella en este momento.

Estábamos en el receso, todos estaban alrededor de Nathaniel, hace unos meses era invisible para todos y ahora era tratado como el rey de inglaterra.

—Jajaja.—Escuché a Marinette reír enérgicamente ante algo que Nathaniel dijo e irremediablemente me llené de celos, sonará egoísta pero yo quería ser el causante de las risas de Marinette.

Apreté los dientes, ese idiota ni siquiera la miraba.

—¡Él ni siquiera te presta atención!.—Grité, gran error, ahora todos me miraban.

—¿Algún problema Agreste?.—Me preguntó ese odioso pelirrojo.

—A decir verdad si, tengo un problema contigo.—Respondí acercándome a él con los puños cerrados.

Nino me detuvo.

—Viejo tranquilizate, estas armando un show aquí, vamos al patio de atrás, tienes que calmarte.

Nino me arrastró al patio de atrás, estaba furioso, me deje caer sobre una silla y recargue mis manos en la mesa frente a mi, Nino se quedo de pie observandome.