Harry Potter One shots

Newt Scamander

Sus ojos, podría perderme en ellos por horas...
- Me escuchaste? - decía Newt mientras pasaba una mano frente a mi cara
- Lo siento - sonreí - es tu culpa por tener ojos hermosos
Newt rio y comenzó de nuevo
- Estaba diciendo que pronto será la boda de Theseus, soy el padrino recuerdas? - asentí - bien, pues tienes que ir conmigo, no hay manera de que pueda ir solo
- Claro que puedes, yo no puedo ir, recuerda que Lestrange me odia
- No te odia, solo piensa que te gusta mi hermano
Reí por la nariz mientras tomaba un poco más de té
- Entonces?
- Está bien, iré contigo, solo porque en verdad te quiero
Newt sonrió y se levantó de la mesa
- Tengo que ir a hacer algo importante, vuelvo en un rato, seguiras aquí no?
- Si, aún debo hacer limpieza a los nifflers
Salió de la casa y yo bajé con las pequeñas criaturas, ahora eran más nifflers y necesitaba el doble de tiempo para lidiar con ellos, uno de los bebés salió como rayo fuera de la jaula, corrí tras él y cuando por fin pude atraparlo algo brillante salió de su pequeña panza, un collar, era lindo.
- De dónde lo sacaste? - lo reñi, como si en verdad fuera a responderme. Lo devolví a la jaula.
Newt llegó justo en el momento en el que subí, venía mojado debido a la lluvia que parecía no tener fin, tomé el collar entre mis dedos
De casualidad es tuyo? Uno de los bebés niffler lo tenía, parece importante y caro así que...
Newt comenzó a reír mientras asentía
- Es mío, lo perdí hace un par de semanas
Le tendí el collar a Newt quien lo tomó pero no dejó ir mi mano.
- En realidad es para ti
Me atrajo más cerca y me dió la vuelta para colocar el collar
- Por qué para mí? - pregunté mientras sonreía confundida
- Quería hacerte una pregunta
Asentí
- Quiero que te mudes conmigo, que dices?
El color rojo inundó mi cara, podía sentir el calor posarse sobre las mejillas, lo vi sacar una llave de su abrigo, - No estoy presionando, lo juro
Reí, Newt seguía esperando una respuesta así que asentí
- Claro que me quiero mudar
Él me abrasó y después me dio un pequeño beso, amaba su ternura y su timidez y, claro, sus hermosos ojos.