Harry Potter One shots

Remus Lupin

- Entiéndelo! es tu profesor!!
- Lo sé, pero no puedo evitarlo

Todos los días era un martirio llegar a clase de Defensa porque allí estaba Remus, dándole la bienvenida a todos a su clase, con esa sonrisa que me encanta. No podía dejar de pensar en él, no me importa que tenga más años que yo, en el amor nunca importa eso.
Me las arreglé para ser la peor alumna de la clase, después me armé de valor y me quedé al final de la clase a esperar que todos se fueran.
- Profesor ... quería saber si ... podrías ayudarme con algunos temas de las clases, no acabo de entenderlos.
- Lo siento, no doy tutorías individuales.
- Lo sé, pero, es mi año de EXTASIS y temo por sacar malas calificaciones.
Casi me ponía a llorar y eso lo convenció de alguna manera.
- uhm bien, pero no lo menciones a tus compañeros o tendré una larga fila de tutorías individuales.
Sonreí y le di las gracias, la cita era para el día siguiente después de la cena.

Las tutorías resultaron mejor de lo que esperaba, claro que no era un asco pero ahora entiendo todo a la perfección y los hechizos me salen mejor que al resto de la clase y lo mejor de todo es que comparto un momento a solas con Remus.

- Así es como debes hacerlo - decía él mientras me enseñaba la postura.
- Así? - dije tratando de imitarlo
Él puso los ojos en blanco y caminó hacia mi, se puso detrás y me tomó de la cintura, ajustó mi posición y yo lancé el hechizo que dió perfectamente en la pared.
Nos quedamos allí, inmóviles, observando el punto de colisión, pero no duró mucho pues me decidí a voltear para besarlo. Él no se apartó pero cuando nos separamos su cara tenía culpa por todos lados, se volteó y caminó lejos de mi, lo seguí y lo detuve.
- Por favor - puse su mano en mi corazón que palpitaba más rápido de lo normal - puedes sentirlo? Pasa siempre que estoy junto a ti y necesito saber si te pasa lo mismo que a mí, si no es así te prometo que jamás volveré a molestarte.
Él no respondió sólo me veía con preocupación. Esperé un poco pero me rendí, di media vuelta y caminé en dirección a la puerta del aula. Sentí su mano cerrarse alrededor de mi muñeca y me detuve, guió mi mano hasta su pecho y pude sentir su corazón latiendo tan fuerte como el mío, sonreí y volví a besarlo.