Llegué al casillero de Peter mientras él sacaba y guardaba libros en él.
— ¿por qué no me dijiste que te gusta Liz Allan?
— no te dije porque no me gusta. — dijo. — ¿de dónde sacaste eso?
— me dijeron.
— ¿quién?
— algunas personas. — dije. — he visto que tratas de impresionarla, de ir a sus fiestas y...
— tengo una razón para eso y lo que voy a hacer necesito de tu permiso.
— ¿por qué mi permiso? No tenemos ese tipo de relación que...
— es que es algo que no debería hacer, soy tu novio pero necesito hacerlo, primero acepta y después te explico.
— ¿qué cosa?
— primero acepta.
— primero explica.
— está bien, necesito invitar a Liz al baile y salir con ella, ella demostró interés en mí y ese interés puedo utilizarlo en algo importante.
— ¿popularidad? ¿Quieres eso?
— claro que no, no me gusta eso, amor, ¿aceptas?
— primero dime por qué debería aceptar eso. — suspiró.
— ¿recuerdas que te dije que estaba persiguiendo a unos criminales el otro día y después te mandé un video? — asentí. — descubrí que es tecnología alienígena de la batalla de Nueva York.
— es muy peligrosa. — dije.
— lo sé y creo que crean armas con eso.
— es muy riesgoso, Peter.
— quiero hacerlo. — suspiré. — también descubrí que piensan llevarlo a Washington donde será...
— el decatlón de matemáticas.
— exacto. — asentí.
— ¿pero que tiene que ver con Liz Allan?
— sospecho de su padre.
— ¿sólo es una misión?
— sólo es una misión.
— Peter, también firmaste los tratados de Sokovia después de ayudar a mi papá, no puedes hacer lo que quieras.
— ya le conté al Sr. Stark y no le dio importancia, no hagas lo mismo.
— no es que no le dé importancia, es que tenemos que acatar reglas, sólo apareceremos si la ONU nos lo pide.
— ¿y tú desde cuándo quieres acatar reglas? — preguntó cerrando su casillero. — te iba a pedir que me ayudaras pero aún estás débil. — dijo.
— aceptaré lo de Liz, ¿okay? Confío demasiado en ti, Peter.
— no te preocupes. — me besó. — jamás te engañaría, me conoces muy bien.
— mientras tú estás en Washington, yo estaré en Tennessee, diviértete con tu decatlón. — dije besando su mejilla y me fui de allí para ir a clase.
[...]
Me senté en el sofá y él junto a mí.
— ¿y qué hacemos?
— ¿ver alguna película?
— ¿cuál se te ocurre ver?
— la que sea que no sea de miedo.
ESTÁS LEYENDO
La hija de Stark
FanfictionAlisha Stark, sí, ese es mi nombre, mi padre quería que mi nombre también empezara con A, también pueden decirme Ali o llámenme como quieran. Vengan, lean mi historia, tengo mucho que contar sobre mi vida, al menos alguien escuchará o mejor dicho, l...