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Cuando llegué el gran conejo ya no estaba, estaba dentro de la casa.

— ¿qué diablos te sucede? — le pregunté enojada.

— no me hables así, señorita.

— ¡me importa un bledo! ¿cómo se te ocurrió darle tu dirección al Mandarín? ¡puede venir a atacarnos! ¿No pensaste en Pepper y en mí?

— ¿qué te pasa? — ví mis brazos, estaban emanando de nuevo la luz anaranjada y aparte me sentía caliente como cada vez que me enojo.

— debo tranquilizarme. — dije para bajar el enojo. — debiste pensar en Pepper y en mí, si tanto nos amas no lo hubieras hecho.

— claro que las amo, son lo más importante en mi vida. — trató de acercarse a mí.

— no se nota, papá. — dije antes de soltarme a llorar. — puede que por lo que hiciste nos maten a los tres o a ambas.

— sabes que te amo, ¿no es cierto?

— demuéstralo. — subí las escaleras y me encontré con Pepper, quien traía cuatro maletas en mano.

— ¿qué pasó?

— ¿supiste lo que hizo papá?

— sí, por eso empaqué, ve a empacar, no es seguro estar aquí. — la abracé.

— te amo Pepper, eres como una mamá para mí. — soltó las maletas y me abrazó.

— y tú una hija para mí, yo también te amo, no te imaginas cuánto. — me abrazó más fuerte. — ve a empacar. — asentí con una sonrisa y fui a mi habitación.

[...]

Después de un rato llené dos maletas y las aventé junto a las otras de Pepper y papá para después bajar las escaleras.

— ¿mamá? ¿qué haces aquí? — la abracé.

— ¿es tu mamá? — preguntó Pepper.

— ¿papá no te contó? — negó. — papá...

— lo siento. — y siguió discutiendo con Pepper.

— debemos irnos de aquí.

— exacto, mejor vámonos de aquí. — dijo mamá a punto de agarrar mis maletas.

— ni se te ocurra tomar esas maletas, aún me debes una buena explicación. — le dijo y siguió discutiendo con Pepper.

— oigan, ¿deberíamos preocuparnos por eso? — preguntó señalando la TV y se veía como un misil se dirigía a la mansión, todos miramos hacia la ventana y en menos de un segundo ese misil llegó.

De pronto sentí algo metálico rodear mi cuerpo antes de que chocara con el suelo, cuando abrí los ojos tenía muchas pantallas enfrente de mí y podía ver hacia afuera de la armadura, Pepper traía uno igual pero mamá estaba sin protección.

— vamos... — la armadura era muy grande para mí pero como pude me levanté para ayudar a mamá.

— salgan de aquí.

— papá, no...

— ¡salgan de aquí! — disparé, no sé cómo, a la ventana y las tres salimos de allí.

Vi como la mansión se iba derrumbando hacia el mar y cuatro helicópteros enfrente disparando, el traje que yo traía se fue y después vi como papá volaba pero no hacia nosotras.

— hay que irnos. — dijo Pepper quitándose la armadura.

— pero papá...

— él está bien.

— no, él no está bien. — dije soltándome a llorar y abracé a Pepper. — papá no está bien.

— lo conoces muy bien, es estúpido y hace cosas sin pensarlo pero también sabes que haría lo que sea para sobrevivir y volver a tu lado, eres lo más importante en su vida.

— tú también lo eres. — asintió aún acariciando mi cabello.

— vamos, tenemos que irnos. — tomé el casco del armadura, tomé su mano y me subí al auto.

— ¿dónde crees que podamos ir?

— a un hotel. — dijo Pepper, era raro ver a la novia de mi papá y a mi mamá juntas.

— ¿saben? él me dijo que nos amaba y que éramos lo más importante en su vida, le dije que no se notaba y después me dijo "sabes que te amo, ¿no es cierto?" y lo último que le dije fue que lo demostrara, no le creí que me ama... aunque en realidad mi enojo era el que hablaba, sé que sí lo hace.

— sí, él ha demostrado miles de veces que te ama y lo acaba de demostrar también.

— me arrepiento de decirle que no le creía, Pepper, ¿y si no lo volvemos a ver?

— tu padre está bien, como dijo Pepper, es estúpido pero cuando se trata de la familia, es capaz de morir por ustedes. — dijo mamá. — pero no lo hizo, sólo está perdido. — asentí. — no te preocupes, cariño, aparecerá.
— gracias mamá. — me sonrió y besó la mejilla.

A lo único que me dediqué fue a ver el casco, no prestaba atención a lo que Pepper y mamá platicaban, lo único que me importaba es saber cómo está mi papá.

La hija de StarkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora