Capítulo 19

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Volvía a Seúl por un motivo, pero llevaba dos propósitos. El motivo era una boda. Cuando recibió la noticia no se lo creía. Pero esta llegó seis meses antes acompañada de una invitación que lo hizo muy real. Shin Woo se casaba en Agosto. La afortunada era Park Se Wan. Abbi la conoció por Skype, le pareció una chica encantadora, muy ocurrente y bromista. La pareja perfecta para Shin Woo. Su historia de amor era como para escribir un libro. Se conocieron en la escuela el tiempo que Shin Woo estuvo viviendo en Nueva York, ella nació allí pero sus padres, que trabajaban en la embajada, eran de Busan. Su reencuentro se produjo en San Francisco, el tiempo que Shin Woo estuvo acompañando a Henry. Siempre habían sentido algo especial el uno por el otro, pero aquello no fue a más porque tuvo que volver a Seúl. Y como en esa época la tecnología aun no ayudaba a acortar distancias, perdieron el contacto. Cuando se volvieron a ver de nuevo se hizo la conexión. Abbi se maravillaba de lo que era capaz el destino, lo curioso de la vida en la que sin duda todo lo que iba volvía y mientras una relación se rompía otra nacía. Respecto a sus propósitos, uno era saldar una deuda y otro comprobar que no lo había perdido todo en su arriesgada apuesta. El último año había sido complicado. Tenía días muy malos en los que nada más abrir los ojos al despertar sentía que todo era un error. Que Sang Jae podía olvidarla y la carta no ser la baza que le hiciera ganar tiempo. Luego había días en los que tiraba para adelante con todo porque sentía que cada vez quedaba menos para volver estar juntos. Cuando llego ese inevitable viaje saber que iba a verle le dio fuerzas pero también le lleno de miedos.

Un pesado suspiro salió de su boca.

- ¿Estas nerviosa?

- ¡Nooo!- evitó cruzar sus ojos con los de Valeria para que no descubriera que mentía-. Es que tengo el culo plano de estar tantas horas aquí sentada.

Esta la miro de reojo y volvió a concentrarse en su iPad. Solo ellas dos acudian a la boda. Shin Woo invitó también al resto de la familia, ofreciendose a pagar los billetes y alojamiento de todos. Pero lo consideraron un abuso y se conformaron con mandarle sus mejores deseos.

Valeria no aguanto mucho en silencio. Dejó el aparato sobre la bandeja del asiento y se giró por completo hacia ella.

-Estas como un flan por reencontrarte y tener que hablar con él - afirmó con rotundidad.

Con el tiempo y tras varias discusiones dignas del mejor drama familiar Abbi tuvo que contarle todo.

-Hablo con Jae todos los días.

-Si, por mensaje y no pasáis del tema familia, pierna, trabajo, familia, pierna, trabajo...

-Es de lo único que puedo hablar con él - se defendió.

Valeria fijo la mirada en la oscuridad que reinaba mas allá de la ventanilla.

-Deberías habérselo dicho -dijo sin dejar de mirar el infinito-. Deberías haberle dicho la verdad a los dos y dejarte de líos de una vez. ¡Encima menudo marrón le has dejado a Shin Woo con lo de la carta!

- ¡No sé para qué te cuento nada! - farfulló y se hundió un poco en su asiento.

-Porque soy la voz de la razón.

-Eres la voz del coñazo más absoluto.

- No te entiendo, la verdad - volvió a tomar el Ipad -¿No estabas así por no ser sincera? ¿No prometiste serlo?

-Me prometí serlo conmigo misma y lo estoy siendo- Valeria le dedico una mirada de condescendencia-. He madurado lo suficiente para saber que no siempre se puede ser sincera con los demás.

- ¿Defiendes el mentir?

- No, pero a veces hay cosas que no se pueden contar, que una tiene que saber cuándo hablar y cuando callar. Defiendo que cada verdad tiene su momento.

Recordé quien era.Where stories live. Discover now