39: Once horas

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Me levanté o más bien el llanto de la más pequeña me levantó. Eran las seis de la mañana y Poché no había aparecido.

Me dispuse a atender a las bebés y luego al pequeño cachorro. No sabía cuál de los tres era más tierno.

Luego de un cambio de pañal y unos buenos biberones las dos volvieron a dormir y yo me acosté en la cama con el pequeño cachorro. El pequeño se acurrucó en cerca de mi pecho mientras que yo acariciaba la almohada pensando en que era mi Peli-Azul.

Me levanté en busca de mi celular, quería saber de Poché. Le marqué, pero como siempre, no respondió.

"¿Para que tienes celular si no lo usas?"

Recordé la vez en que nos mostró su celular en el TV.

-Por eso tenías tantas notificaciones, mensajes y llamadas perdidas. -Al menos sabía que no me ignoraba solo a mi.

La puerta de la habitación se abrió y para mí decepción solo era Kim y Pau.

-¡Llegamos las tías! -Gritó Kim emocionada.

-Esto es tortura China. No tengo pruebas, pero tampoco dudas. -Pau parecía un zombie en todo su esplendor.

-¡Buenos días, chicas! -Las saludé.

-¿Encontraron a Papito-Suegro? -Pau preguntó cuando se acostó en la cama de Poché junto al cachorro. -Holis, Firulais. -Lo saludó con más ánimo que a mi.

-No que yo sepa.

-Nos encontramos con las Villas. Dijeron que estaban cerca de dar con Papito-Suegro. -Comentó Kim.

-Esperemos que así sea. -Estaba un poco alegre, al menos estaban cerca de dar con Don Juan Carlos, pero de mis amigos no sabía nada.

-Juan y Manu volverán. Ya verás, Avenida. -Pau se acercó a mí para abrazarme y Kim se unió.

-Hay que bañar a las niñas. -Dijo Kim.

Entré al baño de Poché y me encargué de aclimatizar el agua.

-Vengan, es hora del baño. -Tomé a la más grande y Kim a la más pequeña.

Las niñas comenzaron a llorar tan pronto sintieron el agua. Para calmarlas me metí con ella con todo y ropa, pero de nada sirvió.

-¡Pau, haz algo! -Pau miraba la escena como si fuese una película de terror.

-¿Les canto? -Preguntó.

-Cualquier cosa que las calme o entro en pánico. -Le dije. Me estaba poniendo nerviosa.

-Bien... Tía Pau al rescate. -Salió del baño y volvió con su celular.

Tecleó y puso el Bluetooth del baño.

No pude evitar reír cuando la canción comenzó.

-¿Eso es música infantil para tí? -Le pregunté, pero me ignoró.

-Déjala, está en sus papel de Fresa. -Kim sonreía.

Pau utilizó su celular como micrófono mientras imitaba a las divinas en el baile.

-"Nadie pasa de esta esquina. Aquí mandan las divinas porque somos gasolina, gasolina de verdad.

Todos saben quien manda en esta school porque nosotras somos gente cool. Gente que siente con sangre caliente que quiere hacerse oir. Sea como sea aquí no entran feas pa' que lo veas te voy a mostrar. Mira esa fea, aquí hay otra fea aquí no pueden entrar..."

A Un Click {Calle & Poché} EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora