35: Mi corazón dolía

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POV POCHÉ

Mi corazón dolía, me dolía el alma.

Mi papá no aparecía. No habían rastros de él, como había sucedido con Raúl.

La policía había llegado con noticias lamentables de Raúl. Lo habían encontrado amordazado y con varias heridas de cuchillo por todo su cuerpo. Por fortuna, se encontraba entre la vida y la muerte, habían esperanzas.

No podía dejar que le sucediera lo mismo a Papito.

Calle había logrado que la calma llegara a mis hermanas y a mi. Ella nos había centrado en nuestro objetivo: encontrar a Papá.

Subimos a mi oficina y al encender mi computadora, de inmediato un nuevo correo llegó.

"Don Juan Carlos, siempre tan sonriente e inocente. Cómo un niño en cuerpo de hombre. ¿Encontraron los restos de Raúl? Él no quiso cooperar. Siempre nos gritaba: no le harán daño a mis sobrinas. Y lo gritaba a menudo, cuatro días resistiendo cuchillos por su cuerpo. ¡Que tierno era! Siempre protegiéndolas hasta el final.
Sé que están toditos en la Mansión... Las noticias corren.

Esto es solo el comienzo de nuestra sentimental relación, Trinidad Garzón.
Cuando menos lo esperen pfff: "Notica de última hora: Encuentran el cadáver de Juan Carlos, padre de las hermanas Garzón."
Adoro los finales felices."

-¡Su puta madre! Te voy a encontrar, ¡maldita seas! -Le grité a la pantalla con toda mi rabia contenida.

-Vamos a encontrar a quien esté haciendo esto y nosotras adoraremos el final feliz. -Gabriela estaba muy rígida.

-Tenemos que movernos. Quien sea piensa que Raúl está muerto, tenemos a Raúl... aún. -Sofía tenía razón.

-Las Villas están investigando, ellas buscan el origen de los correos. -Valentina habló mientras intentaba limpiarse sus lágrimas.

-Encontraremos a Papito y lo traeremos. Pasaremos el día entero en la piscina los cinco. Él nos hará un asado mientras las cuatro competimos por quién da cinco vueltas a la piscina primero. -Les hablé recordando nuestras reuniones de padre e hijas.

Nos fuimos a dormir, las cuatro juntas en mi cama. Cómo cuando éramos chiquitas.

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Había amanecido. Gabriela, Sofía y yo nos fuimos al hospital donde estaba Raúl.

Nos encontramos a Eleonora quien parecía haber estado toda la noche allí con sus dos niñas. De inmediato, le ordené a Juana que se encargara de las bebés mientras nosotras investigabamos.

Dos detectives de la policía llegaron y los cuatro detectives privados que contraté aparecieron unos instantes más tarde.

El estado de Raúl era crítico. Había perdido mucha sangre, había sufrido varias hemorragias, tenía varias costillas quebradas, una mano rota y algunas de sus heridas causadas por los cortes de cuchillo se habían infectado. Era un milagro que siguiera con vida.

Intenté hablar con el doctor para ver a Raúl, pero fue inútil. Estaba en cuidados intensivos, luego de tres cirugías de emergencias. Nadie podía verlo, ni su esposa. Literalmente su vida dependía de un hilo.

Asigné a varios guardaespaldas al cuidado de Eleonora y de Raúl.

Salimos del hospital y nos dirigimos al lugar donde encontraron a Raúl.

A Un Click {Calle & Poché} EDITANDOWhere stories live. Discover now