9: Más de una Garzón

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Mis amigos me miraron extraños, ninguno tenía el valor para terminar de abrir la puerta, incluyéndome.

-¡Este sistema ahuyenta a la gente! -Una voz femenina y más juvenil casi nos infarta.

Una joven, muy (muy) parecida a María José, estaba detrás de nosotros como si fuese una más del grupo.

-¡Juepucha! -Gritamos los cinco a la vez y la joven comenzó a reír.

-Scusi... Vengan. -Se abrió paso entre nosotros y entró casi azotando la puerta de la oficina.

A decir verdad, esperaba una mega oficina con un mega escritorio de madera de roble y unas tres pantallas de las computadora más caras sobre él. Una mini cocina, un mini comedor, una mesa de billar, varias estanterías de libros y una mesa de reuniones de diez sillas.

En cambio, era una pequeña oficina con un escritorio de cristal y metal. Una computadora portátil sobre él y una silla negra. Una mesa con algunas figuras, trofeos y una máquina de café. Dos asientos individuales del lado opuesto, dos asientos más acomodados frente a una pared mitad de cristal con una pequeña puerta de cristal a un costado donde dentro existían algunas plantas muy verdes. Una puerta del mismo color del suelo al lado de la pared de cristal y otra puerta al lado izquierdo de la oficina, cerradas ambas. Las ventanas cubiertas por cortinas que posiblemente fuesen de esas que le das un botón y se abren o cierra.

La casi clon de María José se sentó en el escritorio y desbloqueó la computadora.

-¿Eres la jefa? -Me atreví a preguntar.

También esperaba que la Jefa fuese alguien con algo más de edad, de estatura y de formalidad.

-¡Valentina! ¿Qué te tengo dicho sobre mi computadora? -María José salió vestida con su "smoking" de la puerta cercana a la pared de cristal. Dejó la puerta entre abierta dejando saber que era un baño lo que ocultaba.

-¡Ach! Eres una gruñona.

-Disculpen, pueden tomar asiento. -Nos indicó la Peli-azul y todos se sentaron, menos yo porque no había más espacio. -Vale, por favor, permíteme la silla. -Le pidió amablemente a su clon haciendo que se parece con la computadora y se sentara en el suelo. -Señorita Daniela, puede sentarse. -Me indicó de la manera más caballerosa e hice caso. Me senté en la silla intentado estar a toda costa lo más alejada de ella. Su perfume me comenzaba a embriagar y me ponía nerviosa.

Tenía de nuevo varios conflictos...

Primero: ¿Por qué se cambió de ropa si de iba a volver a poner lo que traía?

Segundo: ¿Quién era Valentina en todo esto?

Tercero: ¿Y la Jefa?

-Bueno... -Se sentó sobre el escritorio en una esquina y comenzó a hablar. -Comencemos... Soy María José...

-Le decimos Poché. -Añadió Valentina interrumpiéndola ganándose una mirada de desaprobación por parte de la Peli-Azul.

-Sí, bueno... -suspiró- me conocen mis amigos y familiares como Poché. Ustedes también me pueden llamar así. Sí, soy la Jefa. "G.G. INC" es de mi propiedad, mi hermanita tiene un 20% de las acciones, pero ese no es el tema.

"Entonces, sí eres una Mini Jefa. Viéndote con el porte que llevas al hablar. En esta ocasión si tiene porte de ser quien manda. Además era obvio que le dabas instrucciones a Martínez de camino a aquí, que le dabas instrucciones a los sujetos en la entrada, al joven Cristóbal, su libertad de cambiarse de ropa y sobre todo el poder que tuviste sobre el tal Rizzo..."

A Un Click {Calle & Poché} EDITANDOWhere stories live. Discover now