Nueve

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Bill observaba la ciudad a travez de la ventana del auto, era un lugar bastante apagado, miraras donde miraras estarían los vagabundos, las prostitutas, gente vendiendo droga etc etc

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Bill observaba la ciudad a travez de la ventana del auto, era un lugar bastante apagado, miraras donde miraras estarían los vagabundos, las prostitutas, gente vendiendo droga etc etc...

Este caso sería un poco más serio si es que su querido hermano Alex no estuviera cantando a todo pulmón la canción de las spice girl.

—Vamos, Bill ¡canta conmigo! –ríe escandalosamente– ¡Ahora! If you wanna be my lover, you gotta get with my friends ¡vamos ahora sigue tu! Make it last forever, friendship never ends.

Yo no pienso cantar esa canción, menos en un lugar como este. –dijo mientras fruncía el ceño y continuaba mirando por la ventana.

De un momento a otro se golpea con el tablero del auto, pues su hermano Alex frenó de golpe y él no llevaba cinturón.

—Maldito idiota ¡¿Qué te sucede?! –le grita enojado– ¡¿quieres matarme?!

—Te enseño lo importante que es llevar cinturón. –le esboza una sonrisa irónica– Bill, yo me mantendré aquí varado hasta que tu cantes esa canción conmigo.

—No lo harías...

—¿Quieres comprobar? –Alex miró fulminante a Bill.

Bill se sonrojó levemente, obviamente no quería cantar, mucho menos esa canción tan... afeminada en un lugar tan tétrico como Camden, pero conocía a Alex y sabía perfectamente bien que hablaba en serio, era cantar o quedarse varados todo el día.

—¿y no puede ser otra canción? –preguntó el ojiverde.

—Que coincidencia, justo me estoy quedando sin combustible...

—Vale... ya entendí –suspiró.– bien, pero canta tu primero.

—¡Excelente! –exclamó con una sonrisa–If you wanna be my lover, you gotta get with my friends
Make it last forever, friendship never ends!

Adiós dignidad... –susurró– If you wanna be my lover, you have got to give, taking is too easy, but that's the way it is! ¡Listo ya lo hice! Ahora podemos marcharnos.

—Ahora con voz de pennywise –Alex se cruzó de brazos.

—¡suficiente!

La paciencia de Bill colmó, así que abrió la puerta del auto y se bajó. El frío le golpeó su cuerpo el cual se había mantenido caliente dentro del auto, pero no podía subir, ya que tenía un payaso dentro de el.

Comenzó a caminar rápidamente ignorando los llamados de Alex, su hermano podía ser un buen detective, pero es lo más insoportable del mundo y la paciencia de Bill era completamente inexistente. Con suerte le tenía paciencia a Joy, y con suerte.

—Ya, princesa. –le llamó Alex– sube al auto, no más canciones.

—Contigo no se puede convivir ¡olvídalo!

—Estás muriendo de frío, ya ven aquí y madura.

Efectivamente, estaba muriendo de frío, así que simplemente gruñó por lo bajo y entró al auto cerrando la puerta fuertemente.

—Bill, creo que se te quedó abierta. –dijo Alex sarcástico.

—Cierra la puta boca.

Alex rió y comenzó a conducir mientras seguía cantando, cambió la antigua canción a la de Baby de Justin Bieber. Bill intentó no reírse, pero no pudo evitarlo.

Era algo tan absurdo, pero oír cantar a su hermano le recordaba a su esposa que sin querer lo despertaba en las mañanas con su canto, o cuando Joy se ponía a asear la casa y ponía su música salsa a todo volumen retumbando las paredes del lugar. Era demasiado gracioso verla ahí moviendo su trasero y sus caderas al compás de la pegajosa melodía, sobretodo verla utilizar la escoba como micrófono o una simple cuchara de palo cuando cocinaba.

Apretó la argolla de matrimonio que se encontraba colgando en cuello, cuanto la extrañaba.

Alex observó el semblante triste de su hermano, sintió mucha pena por él. Bill era y es un idiota que se cree Thanos o Carrie White, pero nunca pondría en duda el enorme amor que sentía por Joy. 

—Déjame ver si te conozco. –habló Alex.– Tus pensamientos están invadidos por una mujer pequeña, de por lo menos un metro sesenta o quizás menos, piel morenita, cara con pecas, ojos color turquesa y que precisamente se llama Joy Martinez Soler?

—Se llama Joy Skarsgård para tu información, pero sí. –suspiró– Ella es la dueña de mis pensamientos.

—Bill, se que he sido algo insistente, pero... ¿de verdad quieres esto? Digo... ¿por qué arriesgarse? Mejor ve a buscar a Joy, pelea por ella. Deja de gastar tu tiempo aquí.

—Quiero volver donde ella y asegurarle que ese hombre jamás volverá a molestarla. –habló Bill.

—Pero dime, ¿quién te asegura que volverás? O caes muerto, o caes preso.

En el fondo sabía que Alex tenía razón, pero ya no podía dar marcha atrás, Bill tenía un plan y lo iba a ejecutar.

—Entonces preso o muerto caeré, pero no me detendré hasta que ese hijo de puta pague por todo lo que a hecho.

©Revenge -» Bill Skarsgård#2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora