—Disfruta de la gala preciosa.— Me sonrió Sebastián mientras salía de mi habitación.

Me sentía un poco rara, apenas si había visto a Tom en todo el día. Y la película, sobre todo el final me había dejado un poco tocada, tenía los sentimientos a flor de piel. ¿Qué habrá pasado? ¿Loki esta realmente muerto? Lo que más me dolió fue ver la muerte de Spiderman... Tom Holland es un amor en persona. Tenía muchísimas dudas alrededor de mi cabeza dando vueltas.

Y mi duda más grande era ¿La voz de Rocket era la de Bradley Cooper? Algo dentro de mí me decía que Loki no podía estar muerto. Aún así, tomé mi móvil para escribir un mensaje. Eran cerca de las siete, en media hora pasarían a recogernos los coches para la premier.

Kelly: ¡Por dios! ¡No lo soporto más! Dime que no estás muerto.

Tom: Mmmm...acabo de comprobarme el pulso y estoy bastante vivo.

Kelly: He terminado de ver Infinity War, y no me refería a ti.

Tom: Por contrato no se me permite hablar de la película, ni de nada de lo que pasa en ella. Lo siento tendrás que esperar a verla— Sonreí para mis adentros, que respuesta más políticamente correcta y odiaba que me dejara así.

Kelly: Nos vemos en un rato.— Puse los ojos en blanco y me dirigí a ponerme el imponente vestido verde que tenía en mi cama.

Estaba lista para salir de la habitación. Di un último vistazo a mi reflejo en el espejo de la habitación y en el reflejo, me encantaba lo que veía. Estaba felizmente bella y eso se reflejaba, en mi mirada y en mi sonrisa. El vestido y los accesorios me acompañaban a lucir radiante. Había mucha calma en el pasillo. Baje sola en el ascensor y al llegar a recepción pedí una botella de agua. Muero de sed, pensé.

Las puertas del ascensor se abrieron y de él salió Tom y Jack, seguidos por Hellen que estaba al teléfono. Tom pestañeo varias veces.

—Había llamado un par de veces a tu habitación. No obtuve respuesta, así que supuse que estarías aquí.— Me miró de arriba abajo y abrió un poco más sus ojos al llegar a la altura de los míos— Eres una diosa.

Ahora la que pestañeaba incrédula era yo, no me esperaba ese cumplido. Sonreí. Una joven chica pelirroja de ojos grises y pecas bastante marcadas, me dio la botella de agua y yo la tomé en mis manos.

—Dijiste que hoy tenía que ser puntual, así que aquí estoy y tú también vas vestido de Dios— Dije mientras lo miraba, su traje de Ralph Lauren azul y de tres piezas con camisa blanca y corbata. Era la viva imagen de la elegancia.

—Me muero de sed— Soltó pasando la lengua por sus labios.

—Te pediré una botella de agua, Tom— Ofreció Hellen— Toma aquí tienes tu acreditación para entrar en el evento— Tomé la tarjeta, era morada, con partes brillantes y ponía: Special Guest. Detrás llevaba unas recomendaciones de seguridad y las aéreas a las que podía entrar y el protocolo del evento en general.

—Toma, bebe de la mía, la acabo de pedir— Le di mi botella de agua a Tom, mientras yo guardaba mi acreditación.

—¡No!— Soltó Hellen un poco más alto de lo normal— No te preocupes ya te he pedido una para ti.

—Pues... que él se beba esta y yo me bebo la que has pedido.— Tom asintió abriendo la botella y bebiendo hasta la mitad de ella.

—¡Oh! Esto está mucho mejor— Concluyó con satisfacción— ¿Quieres?— Dijo ofreciéndome lo que quedaba en su botella, la cogí por cortesía y además cogí la nueva botella de agua y recordé que no había tomado mi pastilla anticonceptiva.

Always in my mind- Siempre en mi mente 1/3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora