Capítulo 7

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Jade estuvo a punto de caer de la camilla cuando intentó moverse, pero al instante recordó que no era su cama. Abrió los ojos, parpadeando un poco antes de ver con claridad toda la escena, Julie seguía dormida abrazando a Tori y ella misma estaba en la misma posición, su cabeza recostada sobre unos de sus hombros y su brazo rodeando a Tori por la cintura. Jade sonrió tristemente, queriendo llorar por no saber cómo ayudar a Tori.

Besó la sien de la castaña delicadamente y llevó su mano hasta su rostro posándola sobre su mejilla y dejando suaves caricias con su pulgar.

- Sigues hermosa, Tori - susurró -. No sabes todo lo que te he extrañado este tiempo y cuanta falta me haces - cerró los ojos por un momento mientras tomaba una bocanada de aire -. Siento tanto lo que pasó, fui una imbécil.

Su pequeño monólogo fue interrumpido por el sonido de la puerta abriéndose. Detrás de ella aparecía una mujer algo mayor vestida de celeste, por lo que fácilmente la reconoció como la enfermera.

- Señora disculpe, pero en breve termina el horario de visitas.

- Gracias. - respondió asintiendo.

- No hay problema. - sin más, la mujer salió de la habitación cerrando la puerta detrás de ella.

Jade se levantó de la camilla y la rodeó para quedar del lado donde Julie seguía durmiendo. La tomó en brazos y la removió con delicadeza. La pequeña tardó un poco en despertar, pero Jade lo consiguió.

- ¿Mmmm? - la niña soltó un sonido suave que hizo reír a Jade.

- Despierta Julie. Ya es hora de irse, despídete de mamá.

La pequeña abrió sus ojos rápidamente y se inclinó a darle un beso a Tori en una de sus mejillas.

- Te quiero mami - dijo rápidamente -. Prometo venir a verte pronto. - vio de reojo a Jade esperando una confirmación.

- Vendremos muchas veces. - afirmó con diversión.

Habían pasado dos días de aquello. Julie pasaba las mañanas con Claudia mientras Jade iba al trabajo, todas las mañanas la pequeña la abrazaba fuertemente y luego salía corriendo, dejando a Jade con el corazón partido. Sólo faltaban un par de días para que entrara a la escuela que la mamá de Cat había conseguido para ella. Por otra parte, había tenido problemas para cambiar a Tori de hospital; no había registro suyo como pariente cercano y le era casi imposible hacer alguno de los trámites. Sin embargo, convenció al doctor para que la mantenga al tanto, a lo que el accedió.

Su celular comenzó a sonar sobre su escritorio, pero estaba tan concentrada en su trabajo que contestó sin fijarse quién era:

- Buenas tardes.

- Buenas tardes, señorita West, le saluda Ryder Daniels.

- Señor Daniels, dígame ¿en qué puedo ayudarle? - dijo prestándole atención, dejando el bolígrafo que tenía en la otra mano.

- Me han llegado los análisis de ADN esta mañana, y no estoy seguro de si quiere estar cuando los abra.

Jade sintió como su corazón se aceleraba y su garganta comenzaba a secarse, estaba más que nerviosa. Si debía confesarlo, su corazón ya quería a la pequeña como si fuera suya, aunque sólo habían pasado un par de días. Ya no veía la posibilidad de despegarse de ella.

- ¿No puede hacerlo ahora mismo?

- Claro.

Jade escuchó el sonido de un papel rasgándose, sus manos sudaban y su corazón golpeaba fuertemente contra su pecho, sintió que esos segundos de espera eran como miles de horas, ansiaba con todo su corazón que Julie fuera su hija, pero no ser el caso iba a quedarse con ella de igual manera.

I Won't Give Up [UA]Where stories live. Discover now