U and... (Pausada) -MinSung

Mejores amigos

Narra Jisung

Habia sido un dia estresante para mi, la escuela, mi familia, todos causaban en mi un efecto de desgaste, cada dia me sentia mas apagado, como si a diario una parte de mi ser se fuera.

Llegué a mi casa y mis pies fueron directamente a mi habitacion casi por inercia, no sin antes saludar a mi abuela la cual estaba sentada en el sillon de salon principal tejiendo mientras escuchaba su canción favorita en la desgastada radio que teniamos.

Entré a mi habitacion y solté la mochila en el piso, me arrojé a la cama y abracé una pequeña almohada que yacía en ella. El calor ahí dentro era insoportable igual que siempre, las ventanas estaban averiadas y mi abuela no podia costear un ventilador.

Me levanté de la cama y miré a mi alrededor con pesar, estaba sudando y necesitaba refrescarme, me puse de pie y tomé algo de ropa para cambiarme. Tomé con fuerza las esquinas inferiores de mi sudadera y las jalé hacia arriba para quitarla, la arrojé sobre la cama y un vez que mi torso estuvo completamente desnudo, pausé mis acciones para enfocar mi mirada en aquellas cortadas que yacían en mi muñeca, algunas ya estaban casi sanas y otras aún tenían postillas y rastros de sangre.

Tomé una ligera camiseta y me la puse, también cambié mis ajustados pantalones por unos short cortos, acomodé mi pelo y fui hacia el salón principal y me senté al lado de mi abuela.

-¿Como te fue hoy pequeño?- me preguntó con su habitual tono extremadamente dulce y me dedicó una sonrisa.

-Bien abu, como siempre -menti, tomé su mano derecha entre las mias y deje suaves caricias - ¿como la pasaste aqui?

-Bien peque -me sonrió - soy ya una vieja, con dormir y escuchar algo de música ya me siento bien- me sonrió nuevamente - ¿aún no hay noticias no? -me miró preocupada y yo negué con algo de tristeza.

-¿Ya cocinaste algo o te ayudo?

-Sung... -volteó hacia mi cabizbaja- solo hay arroz y quedan huevos... no hay mucho para comer.

-No te preocupes- la mire sonriente- cuando ya sea hora de comer freiré los huevos -acaricie su rostro y miré el reloj- abu, aún es temprano, ¿te parece mal si llamo a Innie a que venga un rato?- ella negó sonriente.

-¿Como te negaría eso ángel mio? -me miró sonriendo- JeongIn es un amor de niño, dile que venga un rato para ver si con sus historias entretiene un rato a la vieja esta.

-Ahora lo llamaré -sonrei y me acerqué a la mesita para tomar mi celular y llamar a mi mejor amigo. Colgué minutos después y le dediqué una mirada sonriente a mi abuela - Dice que esta con unos amigos, pero que en unos minutos estará aqui -sonreí y me puse de pie rumbo a mi habitación -estaré en mi cuarto -grité desde la puerta y acto seguido cerré esta.

Mi vista divagaba por mi cuarto mientras estaba sentado en mi cama, estaba observando cuidadosamente a mi alrededor comprobando que todo estuviera en orden.
Mi ojos pararon su recorrido para concentrarse en una hoja blanca de papel que yacía sobre mi escritorio.

Me levanté y caminé hacia ella tomándola en mis manos y dedicando algunos minutos para apreciarla. Era el dibujo que aquel casi extraño me había regalado hace algunos dias en aquel parque, aprecié cada detalle en el y luego le dediqué una sonrisa.

-Lee Minho -susurré y un escalofrío  recorrió mi espina dorsal haciendo que soltara el dibujo sobre la mesa a manera de reaccion.
Tomé el dibujo entre mis manos nuevamente, lo doblé a la mitad y lo guardé en medio de dos páginas del cuaderno donde escribía canciones.

Me arrojé nuevamente a la cama con pesar y me puse a leer el periódico en busca de alguna noticia relevante.

Minutos después sentí como alguien tocaba la puerta.

-¡¡Abro yo!!- grité mientras salía de mi habitación a toda velocidad y abría la puerta efusivamente - Innie!! - lo abracé con fuerza - te extrañé - lo tomé de la muñeca y lo jalé al interior de la casa- ponte cómodo, le diré a abu que estás aqui- el asintió sonriente sin decir una palabra y en unos minutos ya estaban él y Kate manteniendo una efusiva conversacion mientras yo estaba en la cocina sonriendo e intentando seguir el hilo de esta.

-Abu -me pare frente a ellos en la sala- ¿no te molesta que te robe a Innie un rato?

-Como quieras - me miro sonriente- Innie no te olvides de despedirte de esta vieja cuando te vayas.

-No me olvidaré- sonrió alegremente y besó su mano a manera de respeto- estaré en el cuarto con sungie.

Tomé su muñeca y lo llevé hasta el cuarto, lo senté en la cama y lo miré penetrantemente a modo de broma.

-Cuenta- dije en tono demandante- quiero saber todo, cómo es, cómo se llama, todo.

-Está bien, está bien- respondió en tono de burla- Pues... se llama HyunJin, tiene un año más que yo y nos besamos en la fiesta de un amigo hace unos dias- me miró con los ojos brillosos- si lo vieras Sungie, es hermoso, su sonrisa, sus ojos, todo es tan malditamente perfecto en el... -suspiro- me está volviendo loco.

-Definitivamente - lo miré - que suerte tienes joder... espero que las cosas se den bien... -le sonreí complicemente.

-Si... es que es tan lindo, me trata tan bien, juro que voy a morir de amor si sigue asi.- le sonrei

- eres tan tierno - revolvi su cabello- espero que ese idiota no te haga daño o te juro que lo mataré - dije a modo de broma y comenzamos a reir.

Las horas pasaron y casi sin notarlo ya JeongIn se tenia que ir y estaba justo en la puerta de la casa despidiendolo.

Entre a la casa nuevamente con  pesadez y me dirijí a la cocina.

Cuando mi abuela y yo terminamos de comer la ayudé a que se acostara en su cama, besé su frente y salí de su habitacion rumbo a la mia, para luego salir un rato de la casa.

Quería estar un rato en contacto con la naturaleza, disfrutar el ambiente que solo aquel calido parque podia brindarme. Cambié mi ropa y en cuestion de minutos mis pies ya estaban llegando a su destino.

Tomé asiento en un banco y saqué mis audifonos, una lapicera y mi cuaderno de música.
Disfrutaba de la cancion que sonaba en mis auriculares, mientras mis ojos permanecian cerrados.
Sentí una presencia a mi lado y junto a ella una melodiosa y conocida voz que me sacó de mi ensoñación.

-Hola niño lindo - me saludó sonriente- ¿soy Minho me recuerdas? - asentí - por cierto... ayer soñé contigo.