I Love My Secretary

《¿Ganador o Perdedor?》

¿Sabe que es lo más divertido de los juegos?descubrír al ganador, después de tantas posibilidades en los jugadores, los cuales luchan para no quedar como el "perdedor" y nosotros estamos en un juego, pero no es divertido ¿Sabe por qué señorita Marinette? Es triste, lo sé, saber quien será el perdedor agonizante.
De verdad lo siento Marinette, no creo que ganes esté juego, no cuando yo soy tu contrincante.
Pero déjame decirte que estás dando una buena batalla, me has hipnotizado con tu belleza, con tu angelical voz y la calidez que me haces sentir. En estos momentos tengo interminables preguntas las cuales ronda en mi cabeza, quisiera que antes de que todo esto llegue a su fin me respondiera a cada una de ella y si le es imposible responder por el gran dolor en su pecho, le pido que haga un esfuerzo por ese nudo que albergará en su garganta impidiendo formular una palabra, pero necesito respuestas. No entiendo que fue lo que me hizo ¿Puede decirme el por qué no puedo dejar de pensar en usted?.
Nunca había sentido miedo ante un oponente, pero siendo usted mi cuerpo actúa extraño y aunque me cueste aceptar tengo miedo del enorme vacío que sentiré cuando te marches, soy consciente de lo que sucederá más adelante y me estoy preparando para ello, pero es difícil, créame que estoy intento de todo.
Llevando ciento de mujeres bellas a mi cama, pero su belleza no es suficiente para olvidarte, siempre estás ahi, pero la verdad es que inconscientemente te imaginó en su lugar, imaginó que la mujer quien gime mi nombre eres tú; la que rasguña mi espalda mientras se arquea ante el placer eres tú,  que la voz que escucho es la tuya rogando por más placer, por tenerme más cerca, por tener nuestros labios juntos, solo así puedo lograr satisfacerme. Siento que es una adicción, solo eso, no puede ser otra cosa, me niego rotundamente, no quiere involucrar sentimientos por ti, no quiere sentir esto,  pero la necesito, no puedo estar sin usted por más que intente remplazarla  ¿Sabia que todas las noches cuando cierro mis ojos usted aparece? La veo recostada en aquel mueble en donde usted se entregó completamente a mi, permitiendo grabar cada parte, su cuerpo al descubierto dejando en libertad su hermosa piel, mi recuerdo favorito es ver como sus manos se convertían en puños arrugando de ellas las sábanas y como éstas se pegaban a su delgado cuerpo a causa de las pequeñas gotas de sudor que se deslizaban dejando recorridos húmedos y sus labios dulces volviéndolos adictivos, sin duda es una obra de arte Marinette y el saber que en estos momentos te tengo nuevamente a mi merced, me causa una felicidad.
Visualizar nuevamente el arte de ver tu boca semiabierta en donde esquistos sonidos se hacen escuchar, no sabes lo excitante que es oírte gemir; tus suplicas, tus ruegos mientras siento el ardor de tus uñas clavarse en mi espalda al mismo tiempo que sostengo tu estrecha cadera para penetrarte e iniciar un móvil pélvico para que los dulces sonidos no terminen.

Me enorgulloce saber que soy el responsable de hacerte sentir ese inmenso placer. El sentir su respiración acelerada es algo que me encanta y la forma tan sumisa que es ante mi. Sin duda soy un hombre muy afortunado por ser el primero lienzo. El primero y deseó ser el ultimo.

—ahg~ ah~ más ~

Solo yo puedo provocar eso en ti, nadie te hará ver las estrellas.

—A-adrien ahh~

Soy el único hombre que puede ver tus ojos azules dilatados a causa de tus lágrimas las cuales recorren tus mejillas carmesí.

–Me encantas — dice en medio de aquel beso húmedo.

Visualizar esa mirada tuya, tus expresiones que reflejan placer.

— Ya no pu-puedo~ más~ — jadea ante el brusco movimiento pélvico, rodeando con sus brazos el cuello del Rubio, quien estaba muy entretenido en dejar un recorrido de marcas en su pecho.

No la puedo dejar ir.

—Correte amor, hazlo por mi— susurra con voz ronca.

Desde ahora usted me pertenece. Le aseguro que seré el único hombre en su vida, yo me encargaré de eso

—Adrien ah~

                                                            

Usted es mía señorita Marinette.

[...]

—Ahora dudo si soy realmente el ganador...

Hiro Agreste.