《Entré tropiezos》

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—Esto no está bien, yo lo siento...

—Estas equivocada, los dos queremos esto— la toma de la mejilla— te deseo al igual que tú a mí — junta sus labios.

—Se-señor Adrien..

—Silencio, solo disfruta.

Fue lo único que dijo el Oji-verde,  volviendo a recostar a la azabache, subiéndose arriba de ella, sin llegarla a aplastar. Ninguno daba inicios de terminar el beso, estaban perdidos en la lujuria y el deseo.
La azabache solo se dedicaba a soltar suaves jadeos, mientras Adrien abría las piernas de la chica, permitiéndole estar muy cercas, sus intimidades chocaban, una exquisita fricción.

Esto no está bien.

Detenlo

No está en sus cinco sentidos


— ¡NO!— Grita separándose— Lo siento —Se levanta, recogiendo su ropa que se encontraba tirada.

—¿Te vas a ir?, no me puedes dejar así — Dijo molesto.

—Me agradecerás mañana — habló la azabache mientras se vestía.

—¡Marínette!, no puedes negar que me desea, todas darían por tener una noche conmigo, ¿y tú vas desperdiciar esta oportunidad?— suelta molesto.

—Señor Adrien me tengo que ir, por qué no mejor llama a una de esas tantas mujeres que tanto lo desean, para qué le baje la calentura, compermiso— Finalizo para luego salir de aquella habitación.



[...]

—Buenos días Señor Adrien, aquí está su café — dijo la Oji-azul de lo más tranquila, aunque por dentro quería que la tierra la tragará.

La azabache esperó alguna respuesta de parte del Rubio, pero lo único que recibió fue silencio.
Se dispone a Dejar el café a un lado del escritorio, para luego retirarse, pero la voz de su jefe la detiene.

—Señorita Marínette, ayer me encontraba bajo los efectos del alcohol, no recuerdo nada, pero de antemano pido una disculpa si tuve un comportamiento inapropiado y también esperó que sea olvidado.

—Si Señor Adrien — asiente con la cabeza, para luego salir de la oficina.


9:35pm


La azabache estaba a las carreras, tenía mucho trabajo.

Se encontraba bajando las escaleras con una gran pila de carpetas, llenas de hojas de trabajo que el Señor Adrien le había encargado, la Oji-azul se le dificultaba ver, por la gran cantidad de trabajos y la torpeza le hizo una mala jugada, en una mala pisada, la Oji-azul resbaló, ocasionando que callera junto con las carpetas que salieron volando, hasta encontrarse regadas por todo el suelo.

—Señorita Marínette, ¿se encuentra bien?.

Esa voz..

No, no, no.

Que vergonzoso.

—¡Se-señor Agreste!.

—¿Se encuentra bien?—volvió a preguntar el señor de canas blancas, tendiendole la mano, siendo aceptada por la azabache, ayudándola a levantarse.

—Si, am gra-gracias —sonríe nerviosa— solo fue un leve golpe.

Me dolió mucho.

Señorita Chloe recoja los papeles de la señorita....

— Ma-marinette Dupain Cheng, señor, a sus órdenes.

—De la señorita Dupain— ordenó, mirando a su asistente.

—Si señor — hablo la rubia quien se encontraba situada a lado del señor Agreste, para luego agacharse y empezar a levantar la hojas que se encontraban regadas en el suelo.

—M-muchas gra-gracias Señor Agreste, pero yo puedo, además yo tuve la culpa—dijo avergonzada.

— Veo que mi Hijo, la explota — Dijo con una leve sonrisa.

La azabache suelta una leve sonrisa ante el comentario.

—N-no, señor Agreste, solo e....—fue interrumpido por cierto rubio.

—¿Padre?

—Adrien, hijo.

—¿Qué sucedió?—pregunta, mirando los papeles en el piso — Señorita Marínette, la mande hacer un simple trabajo —la mira enojado — llevo esperando el informe, no la mande a platicar.

—Yo lo si-siento, es que...

—Tranquilo hijo mío, la Señorita Marínette sufrió un leve accidente.

—Listo señor —hablo la rubia sosteniendo el bulto de hojas— aqui tienes — le tendió los papeles a la azabache —ten mas cuidado.

—Siempre arruinando las cosas Señorita Marínette, solo le informó que no sé va ir hasta que acabe de ordenar todo eso, por fecha y colocarlos en su respectivo lugar.

—Si señor —baja la mirada— bueno me retiro, gracias Señor Agreste, con permiso Señor Adrien — meciono para retirarme del lugar.

—Adrien— le llamó su padre.

—Ahora no Padre..


[...]




11:49pm


—Estoy cansada— talla sus párpados.

—¿Necesitas ayuda?

—....



Hiro Agreste.

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