Día 23 (2/2)

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    A varios kilómetros de la mansión, se encontraba una bella azabache, corriendo desconsolada con un celular en mano, perteneciente al anterior "amor de su vida". Llovía a cántaros, su ropa toda empapada y traslúcida se veía algo raro, cualquier hombre que pasara por ahí se volvería loco. Su cabellera, se encontraba toda enmarañada; por el agua, las hojas y las ramas, parecía no haber lavado su pelo desde hace meses. 
La fémina, corría sin rumbo alguno, quizá encontrar algo que la consolara, sin embargo, no iba a encontrar a alguien en la nada. La nada, iba a encontrar alguien para ella. Y en menos de 2 horas, y con el mismo ambiente, Jane se encontró por fin a Scolinex.

- ¡¿Qué haces aquí?! Te vas a resfriar. -Regaña Scolinex a la pelinegra.

- D-disculpa -solloza y a la vez estornuda.- ¿P-podemos ir a tu... c-casa...? - Y con el último aliento que le quedaba, se desplomó en el piso. La angustia, tristeza, coraje, hambre y depresión, la traían loca y desesperada.

    Scolinex, con una sonrisa victoriosa, tomó a su amada en brazos, y evitando la lujuria, la llevó a la casa en donde antes vivía. Secó su ropa, la acostó en una cama, y la arropó, como si de un niño de 4 años, recién bañado se tratara. La ambición de Scolinex iba disminuyendo poco a poco, pues ya no se encontraba ese gran deseo de tener a Jane bajó de él. Tan sólo acomodo suavemente su cabello detrás de su oreja y contempló el delicado rostro de su amada. La observaba, como si fuera la última vez que la viera, como si se estuviera acabando el mundo, y ella fuera su salvación. Esta vez, no la iba a dejar ir tan fácilmente. Y su plan, iba a servir a como dé lugar. 
Después de algunas horas, Jane despertó.

- Hm... -dice para poner su mano en su cabeza, esta le traía muy mal.- ¿D-Dónde estoy?....

- Después de que te desmayaras, te traje aquí. -entra a la habitación con una vaso de leche tibia y galletas.

- Scolinex... -recuerda lo que había pasado.- T-Tenías razón... -sus ojos se cristalizan.- ¡Soy una estúpida! ¿Cómo demonios no me di cuenta de que Jeff me engañaba? ¡Pero voy a matar a ese maldito! -con mucho esfuerzo, intenta levantarse de la cama, pero no lo logró.

- Ni se te ocurra irte de esta casa -Jane lo mira raro.- Eh... ¡N-no me refiero a eso! -se sonroja un poco.- D-digo que te quedarás aquí hasta que te sientas mejor.

-suspira pesadamente.- Pues, gracias. Muchas gracias. -le dedica una linda sonrisa a su acompañante.

- No hay de qué. Después de todo, eres mi maestra y te quiero mucho. Además de que tenía razón, y sé que estás destrozada. ¿Qué tal si mañana salimos a matar? Eso siempre te animaba. A no ser que ya no funcione.

- No... claro que me gusta, sólo que ya no lo e hecho porque no tengo ganas. -suelta una risita.

- Jeje floja. -le pasa el vaso de leche y las galletas.- Come, por lo que veo, no te estuviste alimentando bien. Esto hará que puedas dormir bien, y mañana tengas energía :D

- Muchisimas gracias. De verdad, no sé cómo voy a pagarte. -dice un poco nostálgica la azabache.

- No hace falta. Te has sacrificado muchas veces por mi cuando matamos, ya es hora de que te pague. ¿De acuerdo?

- Esta bien. -dice Jane para comenzar a tomar la leche y remojar las galletas. Scolinex tan sólo contemplaba cada uno de sus movimientos, desde que tomaba leche hasta que mordía las galletas.- ¿S-sucede algo? -menciona nerviosa.

- No, lo que pasa, es que estoy viendo como es que un bello ángel come.

- C-callate. -dice para darle un leve golpecito en el hombro.

- Bueno, te dejo a solas para que puedas comer tranquila. Si necesitas algo, no dudes en pedírmelo, estaré aquí toda la noche. -sale de la habitación, y se aleja lo más pronto posible. Una vez a varios metros lo más lejos de la habitación, Scolinex saca su celular.- Pau, ¿Qué sucede allá?

- Todo, va de maravilla. Hace unos momentos estuve con Jeff. No te preocupes, caerá en mis brazos, además de que me di cuenta de que le gusta el poder. Usando el pretexto de que soy la hija de Zalgo, y hermana mayor de Lazzari, estará más que enamorado de mi. ¿Y tú? ¿Cómo vas con Jane?

- Yo diría que bien. Estoy avanzando, lento, pero estoy avanzando. Tu ya llevas más avance porque comenzaste a actuar primero que yo, pero no te preocupes, al final, estaremos con quien más amamos... Adiós. -dice para colgar.


    Habían pasado alrededor de 4 años. A Jane, ya no le importaba lo que Jeff le había hecho en el pasado. Se volvió más madura y comprendió que sólo fue un capricho. Se convirtió en una mujer respetada por todos en la mansión. Era el ejemplo a seguir como asesina de muchos creepypastas. De Scolinex, se hablaba igual. Era un novio ejemplar, un hombre de carácter fuerte y muy apuesto. Digamos que una pareja perfecta. Jane y Scolinex, habían decidio vivir en una cabaña. 
 Jeff y Pau no vivián en la mansión de Slenderman, ellos estaban en el castillo de Zalgo. También tuvieron un gran cambio. Jeff ya no era el patán de antes. Debía acatar las reglas de Zalgo, para poder convertirse en el nuevo rey del inframundo. También se había vuelto maduro, fuerte física y mentalmente. Era igual de apuesto que Scolinex, y soberano como Zalgo. Pau, se había convertido también en una gran mujer. Era realmente bella, pero no tanto como Jane. Era muy hábil, sabía cómo gobernar al igual que su padre. También le gustaba el poder y tener a todos comiendo de la palma de sus manos.

   |~* Cierto día... *~|

- Por fin en casa. -dice Jane, llena de sangre entrando en la casa.

- Hola cielo. -contesta Scolinex desde la cocina, al parecer estaba haciendo la cena.- Huele a sangre. ¿Fuiste  a matar?

- Me descubriste. Si, fui a matar. Estaba aburrida, además de que era una misión que me había dado Zalgo.

- Ya te dije que dejes de trabajar para Zalgo. ¿Qué tal si en una misión te pasa algo? Sé que eres una hábil asesina, pero no quiero que te pase nada malo amor.

- No te preocupes, yo trato de tener todo bajo control.

- Bueno, ve y báñate, que la cena está casi lista.

    Minutos después Jane fue a la cocina, ya bañada y limpia, dispuesta a comer, lo que su novio había cocinado.

- Mm está bastante bueno... -dice con la boca llena.- Me recuerda a la comida de alguien... -se queda pensando, para recordar aquella vez, en la que Jeff y ella cenaron juntos. Después recordó ese día en el que durmieron juntos, cuando vieron las películas, la boda de Judge y más importante, el inicio de su olvidada aventura... Cuando le dio la mano por primera vez a Jeff...

- ¿Sucede algo? -pregunta su pareja exaltado.

- N-no nada... Es que mi madre, solía cocinar así... -dice para tapar la verdad.De repente, un cuervo negro entró por la ventana de la cabaña, dejando una carta. Era de parte de Zalgo para Jane.- Mira, otra misión.

- No aceptes. Cariño, deja de ir a esas misiones. Odio que vayas y lo sabes. No quiero que te suceda algo malo.

-lee la carta.- Muy tarde. Si voy a ir. Debo matar a un jefe de la mafia estadounidense. Sólo que dice que me va a acompañar alguien...

- ¡Yo voy contigo! Así puedo protegerte.

- Cielo, no te ofendas, pero no eres muy bueno para matar que digamos. Además, no te preocupes, iré con el sucesor de Zalgo... Jeff The Killer.... -dice arrugando la carta.




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Ufff estuvo largo el capitulo. Bueno, se supone que aquí debería poner las disculpas. Pero, quise ponerle relleno :v Por cierto, ¿Qué les parece la nueva portada?¿La dejo, o les gustaba más la otra? Diganme nwn


Palabras: 1338.


Siempre contigo... Janeff {COMPLETA}Where stories live. Discover now