15.

1.5K 159 84
                                    

- ¿¡Como que descubrieron al maldito de Aioria!?- apretaba el celular con demasiada fuerza, en cualquier momento el aparato entre sus manos se haría pedazos- ¿Estas seguro?

-Si, no te miento.- la voz de otro lado se escuchaba algo nerviosa, sabia que el otro estaba furioso- esperemos que no nos delate.

- Más le vale, sabe de que soy capaz, ahora tendremos que jugar nuestras cartas con más cuidado y proteger la ultima. No quiero errores de ti, ¿Entendiste?

- Si, si, ya lo sé... soy el unico de los tres al que le interesa el dinero, ¿Cuando atacaremos otra vez? ¡Necesito ese dinero ya!

- ¡No me grites!, ¿¡Quien te manda a endeudarte con cosas que no puedes pagar!? - golpeo la mesa que tenia en frente - Las cosas se harán a mi manera, si tanta urgencia tienes, roba un banco.

Corto gruñendo de rabia, su plan se estaba cayendo a pedazos, las cosas le hubiera salido mejor si lo hubiera hecho solo, pero se le ocurrió la maravillosa idea de incluir a otros dos que creía le serian útiles. Grave error, para lo único que estaban sirviendo fue para que no lo descubrieran tan rapido a él.

- Esa niña es lo único que me queda.

Pesaría un nuevo plan, podria simplemente tratar como carne de cañón a su otro cómplice y liberarse de un estorbo, si eso haría.

~•~

Milo miraba desde la camilla a su bello francés dormir, testarudo como él solo no habia querido irse a su casa a descansar, prefierio quedarse en ese sillón incomodo con tal de no dejarlo solo. Si pudiera se levantaria y le cedería su lugar, pero aunque quisiera sus piernas no le respondían del todo bien. La puerta se abrió pensó que seria Shion o alguna enfermera, pero no, era un hombre que no había visto nunca o eso creía porque se le hacia terriblemente conocido.

- ¿Donde te he visto antes?

- Tal vez en fotos, que sé yo.- esa voz si la conocia.

- Así que al fin tengo el gusto de conocer a mi cuñado, te imaginaba más alto.

Pasaron conversando unos cuentos minutos, más que conversación parecía interrogatorio. Aunque ya estaba casado con Camus no se salvo de las preguntas de su hermano mayor, si con Ècarlate se sintió intimidado Isaac era peor, pobre Kardia tendria un suegro algo complicado de tratar. Milo ya aburrido de tanta pregunta decidió cambiar los papales, ahora Isaac era el interrogado, con un tema que aún no sabia como tratar.

¿Porque no había dado a conocer estaba vivo?, ¿Que acaso no lo importaba todo lo que había sufrido su familia por su supuesta muerte? Si hubiera sido él lo primero que habría pedido sería un celular para llamar a su pareja o su madre, no entendía porqué no lo hizo.

- Es complicado.

- ¿Por qué? Simplemente tienes que decirles que estas vivo, explicar que demonios paso el día del accidente y ya.- Milo estaba hablando algo fuerte apropósito, sabia que Camus tenia el sueño no muy pesado y con el ruido suficiente despertaba- y no me vengas que no lo has hecho porque te persigue la mafia y preferiste fingir tu muerte para protegerlos.

- Eso no se acerca en nada.

- Fue lo primero que se me ocurrió. Mira Isaac te diré algo, conozco a Camus hace casi 10 años, y todo ese tiempo se ha sentido culpable de tu muerte, hazme el favor de quitarle ese peso de sus hombros, ahora mismo si es posible.

Estaba asustado no se sentía preparado para dar esa noticia aún, pero Milo tenia razón había dejado pasar mucho tiempo, ya era momento de salir de las sombras. Asintió, asiendo sonreir al rubio.

-Camie.

- Mh?... ¿Que pasa Milo?

Camino despacio hasta que llego con él, el griego tomo sus manos entre las suyas apretandolas con fuerza, confundiendo a Camus sabia que hacia eso cuando tenia algo verdaderamente importante que decirle.

- Cam, hay alguien aquí que tiene algo demasiado importante que decirte. Quiero que lo escuches hasta el final, ¿De acuerdo?.

El francés levanto una ceja, tanto misterio no le estaba gustando. Un pequeño sonido llamo su atencion, giro en la dirección que creía estaba esa persona.

- Lo escucho.

Se le rompía el corazón, lo tenia en frente y aun así él no podía verlo, no sabia como empezar tenia miedo de que lo mandara a la punta del cerro y no quisiera saber nada más de su persona.

Dijo lo primero que le dicto su consciencia.

- Perdóname, perdóname por no protegerte bien ese día, por hacer que cargarás tanto tiempo con una culpa que no era tuya, por no estar en tu matrimonio y por tantas cosas más en las que debía haber estado. Por ser cobarde y no aparecer ante ustedes antes, temia que me rechazaran, que pensaran que me escondía de algo, cuando lo único que quería era volver con ustedes, especialmente contigo y Dégel. No tengo excusa valida para justificar todo esto, solo te pido que me perdones.

Las lagrimas bajaban solas por las mejillas del menor, esa voz estaba grabada a fuego en su memoria, jamas podría olvidarla, llevo ambos manos al rostro de la persona frente a él, quería saber si era real o solo su imaginación.

- Isaac... ¿de verdad estas aquí?- un débil si obtuvo de respuesta y se aferro al cuerpo de su hermano mayor, tantos años deseando que esto pasara y cuando ocurrió creía que era mentira o un sueño, pero estaba ahí con él. Los accidentes podían quitarle personas y al parece también devolverlas.

Detras de la puerta Dégel había escuchado todo, su padre estaba vivo, entonces esa vez que se lo encontró no fue su imaginación, quería entrar y hacerle tantas preguntas, aun asi no se sentía capaz, una opresión en el pecho no lo dejaba. Y la maldita pregunta de que paso para que desapareciera no lo dejaba tranquilo.

Salio corriendo de ahí, sentia que no era el momento de saber la verdad, guardaria ese pequeño secreto, no se lo diría ni a su madre. Corrió lo más rápido que sus piernas le daban, necesitaba más que nunca de Kardia.

🔹🔹🔹

Hola!

Hasta que Isaac da señales de vida, por lo menos Camus ya sabe que esta vivo.

Tengo una duda existencial.😐

¿Lemon o no?

ScorpioNoMilo.💕

Testigo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora