3.

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Los oficiales de policia lo llevaron a una de las oficinas del hospital para tomar su declaración, no le gustaba para nada recordar los ocurrido, los gritos, los golpes, los maltratos que recibió Milo por él.

- Bien, señor Bellrose díganos todo lo que sepa.

- Metaxas, El apellido que llevo ahora es Metaxas.

Algo insignificante creyeron los oficiales, pero para él era algo de mucha importancia, el apellido de su amado griego el que llevaría con orgullo el resto de su vida. Su escorpión, El que ahora se debatía entre la vida y la muerte, por culpa suya, por querer protegerlo de esos tipos que buscaban un dinero del que no sabia nada, pero Milo si, ¿de donde lo había sacado?, ¿Para qué lo necesitaría?, más imporatante aún ¿Porque no le dijo que lo tenía?

Cuando iba a dar su declaración la puerta de la oficina se abrió de pronto asustandolo.

- ¡Camus!- esa voz la conocía- no le digas nada a estos imbéciles, conociendolos van a dejar abandonado el caso a la primera  oportunidad, de esto me encargaré yo personalmente.

- ¿Kardia?- nunca pensó que escuchar la voz del primo de su esposo lo alegraría tanto.

Kardia trabaja de investigador privado, tomaba los casos que la policía daba por terminados sin buscar bien alguna pista, la mayoría los resolvía con existo. Era mayor que ellos por tres años y sabia que desde hace mucho tiempo tenia loco a su sobrino.

- ¿Quien es usted para decir eso?- uno de los oficiales se puso de pie, no dejaría que le quitaran el caso tan facilmente.

- ¿Quien soy? Kardia Katsaros, ¡El que resuelve las estupideces que ustedes no pueden!, ademas, soy primo de la victima, así que ¡Largo!

No teniendo de otra y porque el de cabellos azules los intimidaba bastante, lo dejaron con Camus y el caso. Una vez solos Camus le pidió que dejara entrar a Dégel, alegando que el muchacho tenia informacion que les serviría, puede que incluso haya visto a alguno de los ladrones y podia darle una descripción física, cosa que él no. Si hubiera visto la sonrisa de bobo que puso con la sola mención del jovencito de 15 años, hubiera sonreido, estaba seguro que esos dos eran el uno para el otro ¡Que importaba la edad! Lamentablemente no todos pensaban como él. Una vez con Dégel en la oficina comenzo con su declaracion, Kardia anotaba hasta el mínimo detalle que Camus le decía, dos cosas le llamaron la atención, la mención de un dinero del que pelirrojo no conocía nada y que al parecer uno de los ladrones los conocía.

- ¿Dinero?- hablo Dégel- ¿No estará hablando de ese dinero?

El menor miro a Kardia, si era el que ellos creían los asaltantes fueron informados por alguno de sus mas cercanos.

- ¿Ustedes sabían de él? - Camus no lo podia creer, puede que toda su familia ya supiera de se dinero y el ni por enterado- Diganme de una vez ¿Para que lo quería? Necesito saberlo.

Sus ojos se cristalizaron, aguntaria las lagrimas lo más que pudiera.

- El tío Milo lo estaba guardando para algo especial.

- ¿Que cosa?

Kardia suspiro.

- Dile. Tarde o temprano debía saberlo.

- ¡Pero no de esta forma!- Dégel golpeo la mesa con ambas manos, no quería decirle la verdad, no aún le dolería demasiado y ya había visto sufrir muchas veces a su tío no quería otra. - Aun no.

- ¡Dégel!

- ¡Esta bien!

Camus no entendía la pelea de esos dos, él quería saber el destino de esa suma de dinero y su sobrino no quería decírselo, pero necesitaba respuestas y solo ellos podían dárselas. Un suspiro por parte del menor lo saco de sus pensamientos, fijo sus ojitos ciegos en donde creía estaba Dégel.

- Lo quería para... pagar la operación que te permitiría ver de nuevo.

Las lagrimas bajaron solas, imagino un monton de posibilidades, pero nunca se le ocurrió esa, su escorpión dorado quería darle el mejor de los regalos; la posibilidad de ver de nuevo, conocerlo físicamente, ver cuanto había crecido su sobrino, por eso hace un tiempo hacia horas extras, por eso ya no llegaba con los pequeño "lujos" que le gustaba darle: algún libro en braile, alguna cosa que le facilitara aún más el moverse por la casa, por eso... por eso no queria que fueran padres todavía.

~•~
E

stuvo tan cerca, de no ser por culpa de algún idiota que llamo a la policía hubiera podido salirse con la suya, sus cómplices y él estaban a salvo, cada uno de ellos tenia la cuartada perfecta para nadie sospechara.

- El botín esta en esa casa, con la confianza que ese francesito me tiene no sera ningún problema buscarlo.

Sonrió confiado, no sera ningún problema conseguir esa suma de dinero a menos... que Milo recordara su rostro al despertar.

- Espero que no lo haga nunca.

~•~

Se negaba a irse, se madre quería llevarlo a algún lugar "seguro" sabia de ante mano que ese supuesto lugar era su antigua casa en donde se sentía como un ave enjaulada. No se iría de ese hospital, no hasta que le dieran alguna noticia sobre el estado de Milo.

Su madre paso toda la tarde y parte de la noche rogandole para que se fuera con ella, que podría protegerlo más que cualquiera. Hay fue cuando se enfureció . Si quería irse que se fuera sola, él no se movería ni un centímetro de ese lugar, quería saber como se encontraba Milo y tampoco lo dejaría solo. Kardia tuvo que sacar a la "dama" casi arrastrando estaba dando un espectáculo que dejaba mucho que desear.

Un hora más de espera y por fin apareció un medico que todos esperaban trajera buenas noticias.

- ¿Familiares de Milo Metaxas?

- Soy su pareja, diganos como esta.

- No traigo buenas noticias.- Camus palideció. El doctor lo quedo mirando, se notaba a leguas que ese joven había llorado mucho, aveces detestaba su trabajo.- el paciente tuvo una hemorragia tuvimos que hacer un transfusión de emergencia, la herida del vientre fue tratada y saturada lo más pronto que pudimos, pero por los golpes que sufrio junto con la perdida de sangre. Lamento decirlo, el joven cayó en coma.

Todo dio le vueltas por un segundo a Camus, Dégel tuvo que sostenerlo para que no cayera.

Su griego, su Milo no podía estar en coma.

🔹🔹🔹

Hola!

Feliz año nuevo mis amores! Aunque un poco tarde por unas horas xD.

Me fui a la sad en el capitulo lo sé, pero vendrán tiempos mejores se los prometo!

ScorpioNoMilo.

Testigo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora