Te Vi Venir •|Aristemo|• [TERMINADA]

La verdad.

Julieta, Linda, Susana y Robert entraron en el departamento 201 y fueron directo hacia la cocina donde se encontraban doña Blanca y doña Imelda, al ver a tanta gente llegando ambas se sorprendieron.

-Mama-suegra, necesitamos hablar.- dijo Julieta, mirando a Blanca con los.ojos muy abiertos como intentando que entendiera que era algo personal.

-Claro, hija... dime.-

-De hecho, mamá, creo que es mejor si solo lo hablamos contigo.- dijo Robert sin mirar a su abuela.

-¿Y ahora a que se debe esa falta de respeto a tu abuela?- Pregunto ofendida doña Imelda.

-No es eso abuelita. - explico Robert. -Simplemente no es algo tan serio como para que tengas que preocuparte por ello.-

Susana y Linda asistieron.

-¿y a ti quien te dio el lugar para meterte en los temas de esta familia?- le cuestiono Imelda molesta
a Susana.

-¡Abuela!- dijeron Robert y Linda al unísono.

-Ay, ya... ya... veo que en esta casa no se respetan mis opiniones.- dijo la mujer levantándose de su asiento y abandonando la cocina.

-Abuelita...- la llamo Robert, pero la mujer se había marchado.

-Por fin... - exclamó Linda.

-Linda Hermina, respeta a tu abuela.-

-¡Es que mamá!¡ No sabes la broncota que se armó!- le trató de explicar.

La mujer vio que todos estaban muy serios, por lo que comprendió qué aquello era realmente importante.

-A ver, díganme... ¿que paso?-

*****
Audifaz se acercó a la habitación de su hijo mayor y puso la mano sobre a perilla.

-¿Que estas haciendo Esposito misterioso?- le cuestionó Polita acercándose por detrás de este. Audifaz se dió la vuelta de un salto.

-Queria ver qué Aristóteles se encontrara bien.- mintió.

-Esposito.. no comprendo que es lo que ocurre entre tú y Aris, pero creo que es momento de que le deseo su espacio.- dijo la mujer, Audifaz la miró duramente.

-Amapola, creo que se como cuidar de mis hijos... No hace falta que me tú me des indicaciones.-

-Audifaz - le respondió Polita remarcando el uso de su nombre como el lo estaba haciendo.- También son mis hijos, y creo que también soy apta para cuidarlos y encargarme de ellos.-

-Tú no comprendes, mujer.- le espeto Audifaz.

Polita asintió.

-Exacto, esposito y tú bien sabes que entender corazones es mi don... Lo que quiere decir que no estas actuando de corazón...¿Que ocurrió que te asustó tanto, Audifaz?- le pregunto su mujer.

Audifaz se mordió el labio nervioso.

-Anda, dime... ¿Que ocurrió? ¿Que hizo el Aris que fue tan grave? Nuestro hijo es un amor, nunca se ha comportado mal de ninguna forma.-

-Por eso, Amapola. Intento mantener a nuestro hijo fuera de problemas.-

-¿Pero que problemas?-

Audifaz abrió la boca para responder cuando golpearon la puerta.

Audifaz se apuro a abrir, era Tulio.

-Hermano... ¿Para que me querías ver?-

-Necesito que hablemos con mi madre y mi hermano Eugenio.- le explicó en voz baja. -Ustedes comprenderán mi problema.- dijo mientras echaba una mirada furtiva a su mujer, Tulio hizo lo mismo.