Una voz.

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El celular de Temo sonó avisándole de una vídeo llamada por parte de su amigo Diego. Atendió y se fue a sentar en su nueva cama.

- Hola, Diego, ¿que onda? - dijo saludando lo con la cabeza.

- Yo estoy bien, pero eso equis, aquí el que importa eres tú, ¿cómo fue tu primer día en Oaxaca?-

- Incluso si te lo contara no me creerías. -

- Pruebame - le respondió Diego en tono medio burlón, medio comprensivo. Temo tomo aire y prosiguió a contarle todo lo que le había sucedido aquel día.

*****
Linda bajo las escaleras hacia el sótano y se encontró a su madre revisando las estanterías llenas de libros que tenían allí.

- Ma, ¿No crees que deberíamos de guardar todos estos libros en algún otro lugar? - le cuestionó mientras pasaba un dedo por encima de unos grandes tomos que hablaban de magia negra. - ¿Que pasaría si alguno de los nuevos inquilinos entrará y los viera?-

Blanca volteó a ver a su hija, sosteniendo un gran libro en sus manos.

-Tambien me lo pregunté, hija. Pero tu abuela dijo que mientras mantengamos la puerta bien sellada, no va a pasar nada. - respondió la mujer volviendo a consultar el libro que traía en manos.

-¿Y si si pasa?-

Blanca alzó la mirada hacia su hija menor.

- Si tanto lo dudas ¿Por qué no consultas tus cartas? -

Linda puso los ojos en blanco.

-Que no es así como funciona, mamá. - explicó la joven. - Las cartas se le leen a alguien en específico, no puedo ver eventos a ocurrir así de la nada.-

- Está bien, está bien ... Bueno, pero Ari no ha visto nada tampoco. - le reclamo la mujer.

- O no nos lo dijo - replicó Linda.

-  ¿A qué te refieres?-  Le pregunto Blanca, cerrando el libro que aún sostenia y dejándolo de lado.

- A que cuando ese chavo, el vecino nuevo lo toco Ari vio algo, no me cabe la menor duda, pero no nos dijo que fue. - Las dos se observaron de manera seria.

Tenían que saber qué había visto Ari no solo para ayudarlo, sino porque necesitaban saber cuándo de aquello podría afectar a la familia.

*****
Ari se encontraba tirado en su cama, con los ojos perdidos, mirando el techo, intentando no pensar en nada, pero los recuerdos de lo que había visto no lo dejaban en paz.

Se sentía raro, diferente. Nunca le había ocurrido algo como aquello. Siempre había tenido visiones y presagios, pero nunca uno tan vivido ni que se hubiera sentido tan extenso.

Ari recordaba haber bajado las escaleras hacia el piso de abajo y que el y Temo se habían tocado. Ari también recordaba haber vuelto en sí y seguir estando en el mismo lugar. Temo se veía como lo había hecho unos instantes antes de que se tocasen, por lo que no debían de haber pasado más de unos cuantos segundos o como mucho minutos.

Y eso fue lo primero que sacó de onda a Ari al regresar en sí. No había pasado casi nada de tiempo, pero su visión había parecido una vida entera.

Ari estiró una mano y tomo una almohada y se la puso encima de la cara deseando que está le quitará las imágenes que había visto de su mente. En serio que no quería saber nada de ellas.

Si había algo que siempre le había inspirado miedo en su don era que este fallara de alguna manera y le mostrara algo que luego no ocurriría, lo que nunca había ocurrido. Lo segundo que más le asustaba era la idea de que su don de algún modo le mostrara lo que había hecho, toda una vida. Y una vida que no se esperaba en lo absoluto.

Te Vi Venir •|Aristemo|• [TERMINADA]Where stories live. Discover now