Toque.

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Aristóteles pasó toda la tarde esperando que Temo aceptará su solicitud de amistad en facebook, pero no ocurrió, lo que llamó su atención porque así comenzaba la última visión que había tenido.

No entendía lo que estaba ocurriendo.

Cansado de esperar por la confirmación de Temo salió hacia la sala, decidido a ir por su prima y buscar algún tipo de consejo, pero al llegar hacia la puerta se dió cuenta que estaba a oscuras por completo, la casa en silencio.

Prendió su celular y vio que eran pasadas las 11 de la noche. Demasiado tarde para ir a molestar a sus tíos.

Regreso a su recámara y puso su celular sobre la mesita de luz. Luego procedió a quitarse los tenis y cambiar sus ropas por su pijama.

Se recostó, mirando el techo y soltó un largo suspiro, aún sin entender que era lo que había visto.

Parpadeo un par de veces. Se sentía mareado.

Se sentó en la cama y esperó por un instante, tal vez así entendería lo que pasaba.

De pronto escuchó voces llegar de la sala. Pero si sus padres ya se habían retirado a dormir. ¿Que era ese ruido?

Descalzo salió de su recamara y fue a la sala. Nunca hubiera esperado ver aquello.

Temo se encontraba sentado en una silla frente al televisor y parecía intentar cambiar de canal, pero nada ocurría.

- ¿No puedes cambiar de canal? ¿Esto es lo único que puedes ver?- pregunto Temo. Ari se sorprendió que supiera que estaba allí.

- Ehm, no. Ese el único canal que se ve. -

Temo volteó a verlo.

- Quizás es el control remoto.-

Ari lo miro confundido.

- No, no puedo cambiar lo que se ve, eso es lo que hay.-

Temo y Ari de quedaron mirándose un instante.

- ¿Y si no te gusta lo que ves?-

- No es algo que pueda elegir.-

Temo se levantó de su asiento y se acercó a Aristóteles. Al llegar frente a él busco algo en su bolsillo, acto seguido tomo la mano derecha de Ari y le puso lo que sostenía en ella.

- A veces, cuando le pones una batería al control remoto este funciona. -

Antes de que Ari dijera nada, Temo se marchó, dejándolo solo en la sala de su casa.

Abrió la mano y vio en ella una pila.

Parpadeo un par de veces, y recordó; que ellos no tenían un televisor en su casa.

Alzó la mirada, la sala estaba como siempre, no había un televisor ni una silla frente a este. Su mano estaba vacía.

Había sido otra visión. Otra visión que no era normal.

*****

El Domingo era, como siempre, el día en que la familia Córcega entera se reunía.

Esa mañana Aristóteles se levantó temprano y lleno de energía, pues se le había ocurrido una idea. Su primo Robert vendría y quizás el podría revisarlo, ver si algo andaba mal con él.

Se vistió con lo primero que encontró por el piso y se dirigió a la sala. Sus padres se encontraban sentados junto a la mesa, los dos en silencio.

- Buenos días - los saludo, rompiendo el incómodo silencio, su madre alzó la mira y le sonrió, su padre se levantó y fue hacia él.

- Buenos días, hijo, mi orgullo Córcega. - dijo poniendo una mano en el hombro del chico. -Como sabes, hoy, tu primo, Robert Robert,  Juan Pablo viene con su esposa, la especialita e hijos ...- empezó a decirle mientras le apretaba el hombro.

Te Vi Venir •|Aristemo|• [TERMINADA]Where stories live. Discover now